Fuente: La Celosia
El Gobierno tomó el pasado viernes la decisión incomprensible y difícilmente justificable de premiar al banco de inversión estadounidense, Goldman Sachs, al seleccionarlo para que marque la estrategia de privatización de Bankia. El Frob, la institución creada para gestionar los rescates bancarios, en la que representantes gubernamentales tienen la mayoría del consejo, 5 miembros, frente a 4 del Banco de España, comunicaba, sin dar explicaciones, que había adjudicado el contrato, en el que hoy se espera que nombra también a una segunda entidad asesora, a Goldman Sachs International, el banco de inversión estadounidense que opera en España a través de una mera sucursal.
Goldman Sachs ha mostrado un absoluto desprecio por España en la crisis. La Celosía ha comprobado el riesgo que esta entidad, en la que trabajó como alto cargo el presidente del Banco Central Europea, Mario Draghi, tenía en España durante los 12 meses más duros de la crisis, justo antes de que Draghi hiciera la famosa declaración en julio de 2012 de que haría lo que tuviera que hacer para salvar al euro, tras la cual comenzó el alivio de la prima de riesgo al aumentar el saldo comprador de la deuda de España y el resto de países periféricos.
Goldman no ha prestado un euro a España durante la crisis
En diciembre de 2011, Goldman Sachs no tenía en cartera ni un solo dólar prestado en España al Estado y la cartera de deuda sumaba 151 millones de dólares. Tampoco con el sector privado se mostraba muy dadivoso, siendo la cantidad prestada 153 millones de dólares. Contando el riesgo en derivados y otros, apenas tenía un riesgo de crédito de 365 millones de dólares.
Un año después, cuando concluyó el ejercicio de 2012, con la situación muy mejorada tras la declaración de Draghi en julio, Goldman siguió sin dar un solo euro a las Administraciones, pero sí comenzó a inflar su cartera de deuda, hasta 986 millones de euros, operación que vista la evolución de la prima le ha tenido que generar una rentabilidad importante. En el sector privado asumió deuda por valor de 1.268 millones, presumiblemente mediante compras con alto descuento, y prestó directamente 1.048 millones de dólares.
Contrasta esta situación con las recomendaciones muy pesimistas que todavía ese año mantenía Goldman para España. El banco de inversión estadounidense no ha hecho público todavía su informe anual del pasado año, pero sí se puede decir que en el primer semestre, sus cuentas mostraban que seguía sin prestar un euro a la Administración, aunque es posible que no se lo hayan pedido, y rebajó la cartera de deuda pública española, hasta 370 millones de dólares, un descenso de más del 60% en seis meses, mostrando poca confianza. En el sector privado mantuvo estables las posiciones de crédito y deuda.
El banco estadounidense no es de fiar si se tienen en cuenta sus innumerables pleitos
Goldman comenzó a hablar bien de España en el mes de noviembre, en un análisis en el que entonaba el mea culpa por haber errado en la necesidad de pedir el rescate y otras previsiones lamentables, y lo hacía cuando comenzaba a pescar buenos negocios a costa del contribuyente. El Banco de España al parecer no encontró a nadie mejor para que le colocase en el mercado su paquete del 5,34% de Bolsas y Mercados. La Comunidad de Madrid, en una operación que traerá cola, adjudicó al banco un lote de casi 3.000 pisos de vivienda en alquiler en donde iba como socio de la gestora Azora. Hay que preguntarse cómo es posible que las instituciones públicas premien de esta forma a un banco que ha despreciado a España durante los peores momentos de la crisis.
Goldman no es fiable como lo demuestran el gran número de litigios que asoman en su informe anual. Muchos de ellos son litigios no de índole privada, sino con supervisores, ciudades y entes públicos, que provienen en gran parte de la venta de productos financieros que eran una porquería, desvelada a raíz de la crisis financiera de 2008. La propia entidad reconoce en su último informe público que el gran número de litigios hace pensar que “los costes legales seguirán siendo altos”.
A pesar de todo, de no disponer siquiera de ficha bancaria española, Goldman Sachs seduce a nuestros gobernantes e ilustres ejecutivos de las instituciones financieras de gestión pública por razones que están pendientes de explicarnos.