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sábado, 3 de noviembre de 2012

Stiglitz: con las políticas en España y Europa, “no hay luz al final del túnel”


Fuente: ElMundo.es

Las actuales políticas aplicadas en España y en el conjunto de Europa no ofrecen una respuesta a la actual crisis, ya que, a pesar de una mayor estabilidad a nivel global, las cosas están peor ahora que hace cinco años, según afirma Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía de 2001, quien advierte de que si no hay cambios "no hay luz al final del túnel".

"Todos los túneles tienen un final. Espero que Europa cambie. Pero cualquiera que analice las cosas correctamente diría que hoy estamos peor que hace cinco años. No hay base para decir que estamos más cerca del fin de la crisis", señala el economista estadounidense en una entrevista a la revista 'Capital'.

"Si las actuales políticas siguen siendo las mismas, y no solo en España sino en Europa en general, creo que no hay luz al final del túnel", advierte el Nobel de Economía de 2001 y uno de los principales críticos de los planes de austeridad recetados a las economías europeas en dificultades.

De hecho, el Nobel advierte que, a pesar de que reformas como la armonización fiscal, la mutualización de deudas y la unión bancaria pueden salvaguardar el futuro del euro, se aprecia "escasa voluntad política", ya que los políticos europeos "no entienden el rol de los bancos y no saben lo que hacen".

Así, el economista estadounidense advierte de que cuanto más tarde Europa en solventar sus problemas, más débil será el sistema financiero español y más necesaria será la ayuda para España, donde considera que "el futuro es muy preocupante", particularmente por el desempleo juvenil.

A este respecto, Siglitz reitera la dificultad de reducir el desempleo con las actuales políticas, aunque apunta que si la economía vuelve a crecer, se recuperará parte del empleo perdido.

"Por eso me preocupa que Europa y Alemania estén poniendo en peligro el futuro de España", afirma el Nobel de Economía, quien señala que "incluso el éxito de España a partir del año 2000, era un reflejo del fracaso del euro".

"El euro estaba basado en la hipótesis de que los mercados son eficientes y estables. Todas las evidencias de los últimos 200 años de capitalismo apuntan en la dirección contraria", explica.

miércoles, 31 de octubre de 2012

La estafa de la deuda pública


Según el pensamiento dominante en los establishments financieros, políticos y mediáticos que configuran la sabiduría convencional en el conocimiento económico, la deuda del Estado español (aproximadamente un 90% del PIB) se debe al excesivo gasto público realizado en el país durante los años de bonanza en los que se despilfarró el dinero público. Y para confirmar tal aseveración se citan casos como el del AVE, que en muchas partes de España apenas tiene pasajeros, o las carreteras que no llevan a ninguna parte y muchos otros ejemplos de derroche de dinero público que –según la sabiduría convencional- nos han llevado a la crisis actual. Un indicador de tal crisis es la elevada prima de riesgo que el Estado español tiene que pagar para poder conseguir dinero de la banca, pues ésta (conocida como los mercados financieros) está dejando de tener la confianza en la capacidad del Estado en poder pagar los intereses de su deuda pública. De ahí la necesidad de recortar gasto público a fin de disminuir el déficit y la deuda pública y recuperar así la famosa “confianza de los mercados”, la frase más utilizada en la narrativa oficial de los gobiernos español y catalán para justificar sus recortes presupuestarios.

La gran estafa

El crecimiento de la deuda pública, sin embargo, tiene muy poco que ver con la supuesta exuberancia del gasto público. En realidad, el gasto y empleo público español, incluyendo el catalán, son los más bajos de la UE-15. Sólo un adulto de cada diez trabaja en el sector público en España (en Catalunya no se llega ni a este ratio). En Suecia, es uno de cada cuatro. La hipertrofia del sector público, que según el dogma neoliberal dominante está ahogando la economía española, es una de las falsedades más notorias que se transmite con mayor frecuencia en los mayores medios de información. Los datos, fácilmente accesibles, muestran precisamente lo contrario. El Estado en España (y en Catalunya) es uno de los más pobres de la Unión Europea de los Quince, UE-15. Ahora bien, los economistas de FEDEA, los gurús mediáticos –como Xavier Sala i Martín y otros- continuarán, contra toda la evidencia existente, subrayando que la raíz del problema que tiene España, incluyendo Catalunya, es su excesivo gasto público, que –según ellos- ha generado el gran crecimiento de su deuda pública.

La causa real del crecimiento de la deuda

La causa más importante (y más silenciada por los medios) de la elevada deuda pública en España ha sido el dominio de la banca –y muy en especial de la banca alemana- y de las fuerzas neoliberales que ésta promueve en el diseño del euro y su sistema de gobierno. Veamos los datos. Tales fuerzas establecieron un Banco Central que no era un Banco Central, sino que era un enorme lobby de la banca. Lo que hace un Banco Central en un país es imprimir dinero y con este dinero compra deuda pública a su Estado, de manera que si los intereses de sus bonos se disparan porque el Estado tiene dificultad para venderlos, el Banco Central entra y compra muchos bonos, con lo cual los intereses bajan. El Banco Central está ahí para defender a su Estado frente a la especulación de los mercados financieros. En contra de lo que se dice y de lo que se escribe, los intereses de la deuda los decide un Banco Central, no los mercados financieros.

Ahora bien, cuando se estableció el euro, el Estado español perdió tal capacidad de imprimir dinero y comprar deuda pública. Se delegó tal autoridad al Banco Central Europeo, que sigue imprimiendo dinero pero no para prestarlo al Estado español (la compra de deuda pública, en la práctica, es un préstamo al Estado), sino para prestarlo a la banca privada a unos intereses bajísimos (menos de un 1%). Y es esta banca privada la que compra deuda pública a unos intereses elevadísimos (un 6% o un 7% en el caso español o italiano). Es un negocio redondo para la banca. El chanchullo del año. La banca, incluyendo la banca alemana, se ha forrado de dinero durante todos estos años. Nunca les había ido tan bien. Chupaban la sangre (los altos intereses de la deuda pública) al Estado, y cuando éste parecía que iba a desmayarse o morir, entonces (y sólo entonces), el Banco Central Europeo le prestaba dinero al Estado, es decir, le compraba deuda pública para que continuara viviendo, a fin de que la banca privada, como sanguijuela, pudiera continuar chupándole la sangre (es decir, su dinero).

Este entramado, en el que el BCE da dinero a la banca privada a unos intereses bajísimos, se justifica con el argumento de que así se garantiza el crédito necesario para las familias y para las empresas medianas y pequeñas (que crean la mayoría de puestos de trabajo). Pero el crédito ni está ni se le espera. En realidad, a pesar de que el BCE ha dado desde diciembre de 2011 más de un billón de euros (sí, un billón de euros) a la banca privada (la mitad de este billón fue a la banca privada española e italiana), el crédito continúa escaso, pues la banca tenía otras inversiones (como comprar deuda pública) mucho más rentables que la de ofrecer crédito.

Cualquier persona normal y corriente se preguntará, ¿por qué el BCE no prestó este dinero a los Estados de la Eurozona en lugar de prestarlo a la banca para poder financiarse sin necesidad de pagar unos intereses tan elevados a la banca privada? Por extraño que parezca, nadie en la estructura de poder que gobierna la Eurozona se planteó, hasta hace muy poco, esta pregunta. Y ello, como resultado de estar imbuidos en el dogma neoliberal, que es la ideología promovida por el capital financiero, es decir, por la banca (además de las compañías de seguro, fondos de alto riesgo y un largo etcétera).

Si el BCE hubiera prestado el dinero al Estado español, en lugar de éste tener que pedirlo a la banca privada, el Estado hubiera ahorrado muchísimo dinero. El Estado, en lugar de pagar unos intereses al 6%, hubiera pagado al 1% (como pagan los bancos para obtener dinero del BCE), ahorrándose muchísimo, pero muchísimo dinero, sin que hubiera aparecido el problema de la deuda pública, y sin que se hubiera necesitado hacer ningún recorte de gasto público. Hoy, uno de cada cuatro euros que el Estado se gasta va para pagar su deuda pública, predominantemente a los bancos. Si hubiera recibido dinero directamente del BCE no habría habido ninguna necesidad de hacer recortes.

El economista Eduardo Garzón ha calculado (en su artículo “Situación de las arcas públicas si el estado español no pagara intereses de deuda pública”) lo que el Estado español tendría como deuda pública (desde 1989 a 2011) si hubiera tenido un Banco Central que le hubiera prestado dinero al 1% de interés, sin tener que recurrir a la banca privada pagando los elevadísimos intereses que ha pagado. Pues bien, la deuda pública sería hoy un 14% del PIB (sí, ha leído bien, un 14%) en lugar de un 90%. Este es el enorme coste al Estado español de haber tenido el sistema de gobernanza del euro tal como ahora existe, sistema de gobernanza que se diseñó para optimizar los intereses de la banca a costa de los intereses de la población y de su Estado. Hoy España, incluyendo Catalunya, no tendría los problemas que tiene si hubiera tenido un Banco Central propio digno de su nombre, o hubiera tenido un Banco Central Europeo que hubiera sido un Banco Central.

Las injusticias del sistema actual

El sistema de gobierno del euro es, además de sumamente ineficiente, profundamente injusto, pues está originando un proceso redistributivo enormemente regresivo en el que la gran mayoría de la población está pagando con impuestos el pago de los intereses de la deuda pública del Estado, y con ello está transfiriendo a los súper ricos (que compran los bonos a través de los bancos) dinero para pagarles lo que el Estado les debe al haber comprado deuda pública. Esta transferencia de dinero se realiza también a nivel de la Eurozona, de manera que los países que tienen que pagar intereses de la deuda más altos (los países del Sur) los pagan a los bancos del Norte (que han invertido cantidades muy significativas de su capital en comprar deuda pública de tales países que generan unos intereses exuberantes, alcanzando unos beneficios estratosféricos). Alemania tiene 200.000 millones de euros en tal tipo de inversiones en España. En realidad, los famosos 100.000 millones de euros que la Unión Europea puso al alcance de España para “salvar sus bancos” era, en realidad, dinero (aprobado por el Parlamento Alemán) para salvar a los bancos alemanes (tal como han reconocido varios economistas asesores del gobierno alemán) que estaban con el agua al cuello debido a la deuda pública y privada española, ya que tenían pánico a que no les pudieran pagar. Será el pueblo español el que pagará los 40.000 millones que el Estado ha pedido para pagar tal deuda, situación que es profundamente injusta. Si después de leer este artículo usted, lector, no está indignado, es señal de que, o bien es usted parte del problema o es que no me he explicado bien. En este caso, le aconsejo lea el libro de Juan Torres y yo, Los Amos del Mundo. Las armas del terrorismo financiero donde expandimos lo que brevemente presento en este artículo. Pero créame que hay causas para estar más que indignado. Hoy se está desmantelando el escasamente financiado Estado del bienestar en España, incluyendo en Catalunya, para que los bancos puedan comprar su deuda pública, la cual consiguieron diseñando un sistema en que sus beneficios, que afectan a un sector superminoritario (lo que los indignados estadounidenses Occupy Wall Street movement llaman el 1%) se realice a costa de la miseria de todos los demás. Así de claro. Léase el libro y lo verá.

viernes, 26 de octubre de 2012

La banca acaparó el 99 % de la ayuda contra la crisis

Blanco y en botella... estamos trabajando para los bancos. Y yo diría que, en realidad, para los bancos alemanes. Pero ya sabemos lo que nos han dicho: si se hunden los bancos, se hunde todo... y ya no podrán seguir jugando al golf.

Fuente: ElMundo.es

Cada español aportó 1.846 euros en 2010 para ayudar a los bancos


El apoyo incluyó recapitalizaciones y garantías sobre emisiones de deuda


Las ayudas contra la crisis sumaron el 8,7% del PIB; en la UE, el 9,1%


La banca acaparó el 99,59% de los 87.497 millones en ayudas públicas destinadas en 2010 a superar la crisis económica. Así, cada residente español aportó 1.846 euros para sanear a las entidades financieras, según se desprende del informe anual de ayudas públicas que elabora la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).


Las ayudas destinadas el sector financiero sumaron 87.145 millones, el 8,20% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 94,2% de las ayudas públicas totales de aquel año.


Cabe destacar que estas ayudas incluyeron no sólo la recapitalización directa de algunas entidades, sino también las garantías sobre las emisiones de deuda de los bancos y cajas en los mercados secundarios con un plazo de vencimiento de uno a cinco años. Es decir, avales que no tuvieron que ser ejecutados.


Como comparación, Alemania destinó ese mismo año 164.498 millones en actuaciones contra la crisis mientras que Irlanda, que tuvo que ser rescatada tras intervenir su banca, gastó 361.275 millones. El conjunto de la Unión Europea empleó 1,1 billones en luchar contra la crisis, un 9,10% del PIB conjunto.


Entre las ayudas a la banca española, el informe incluye el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, el sistema de garantía para entidades, el esquema general de actuación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB); la reestructuración de Caja Castilla-La Mancha y de Caja Sur; la inyección de capital a la CAM; la ayuda a NCG Banco, a Unnim y a Catalunya Banco; la recapitalización y medidas de liquidez para Banco de Valencia y la ayuda en favor de la fusión de Bankia-BFA.


352 millones al resto de sectores


El resto de las ayudas anticrisis, denominadas ayudas de marco temporal, fueron orientadas a sostener las empresas del resto de sectores económicos.


En total sumaron 352 millones de euros, lo que supone un ligero retroceso respecto a 2009 y el 0,41% de las ayudas anticrisis. Es decir, 7,46 euros por cada ciudadano.


Las ayudas contra la crisis aumentaron un 52% respecto a los 57.400 millones de 2009 y un 3.596% respecto a 2008, año en el que la crisis financiera estalló en España.


Las ayudas de otra naturaleza alcanzaron los 5.000 millones en ese mismo ejercicio, lo que supone el 0,47% del PIB y unos 106 euros por persona. La partida más importante de estas ayudas fue la dirigida a Industria y Servicios (4.328 millones), seguida de la agrícola-pesquera (528 millones) y los transportes (146 millones).


El gasto de 92.500 millones en el conjunto de ayudas públicas supuso pasar 280 euros por cada ciudadano en 2009 a 1.960 euros en 2010.


viernes, 19 de octubre de 2012

El Gobierno lleva inyectados 52.500 millones de euros en los bancos durante la crisis.

Cuando los árboles no les dejan ver el bosque...

Fuente: Público


El Gobierno ha inyectado 52.548 millones de euros de dinero público en la banca española desde que se desató la crisis financiera, en el año 2008, hasta la fecha. Y además, mantenía avalados, a fecha del pasado mes de septiembre, otros 72.171 millones correspondientes a emisiones de bonos y obligaciones de las entidades bancarias. A todo ello habrá que añadir unos 40.000 millones de euros extra correspondientes al nuevo proceso de saneamiento derivado del rescate europeo.


Estos datos se recogen en una respuesta del Gobierno al diputado de Izquierda Unida José Luis Centella, a la que ha tenido acceso Público. El Ejecutivo justifica el desembolso en la necesidad de "reforzar la solvencia de las entidades de crédito españolas en el contexto de escasez de liquidez existente".


La contestación hace un relato de las ayudas inyectadas, con especial incidencia en lo recibido por Bankia y las cinco entidades ya intervenidas: CCM, la CAM; CajaSur, Unnim y Banco de Valencia.


Las primeras ayudas vinieron del Fondo para la Adquisición de Activos Financieros, creado por decreto-ley de octubre de 2008, gracias al cual 54 entidades de crédito captaron financiación por importe de 19.300 millones de euros a un plazo de vencimiento máximo de tres años a través de las cuatro subastas llevadas a cabo entre noviembre del mismo año y enero de 2009.


En 2012, una vez vencidas la totalidad de las operaciones y liquidado los ingresos correspondientes, se liquidó y extinguió el Fondo.


También en octubre de 2008, cuando ya reconocía la crisis hasta el propio presidente Rodríguez Zapatero, se aprobó el programa de avales del Tesoro a la emisión de bonos y obligaciones de los bancos, que finalizó el 31 de diciembre de 2011. Según informa el Gobierno, el saldo vivo de las emisiones avaladas por la Administración General del Estado era, a 6 de septiembre de 2012, de 72.171 millones de euros.


El FROB compró participaciones preferentes por 9.674 millones en 2010


En este camino de apoyo a la renqueante banca española, luego vino la creación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), por decreto-ley de 26 de junio de 2009, organismo que, durante 2010, prestó apoyo financiero en procesos de fusión de entidades, comprando participaciones preferentes por importe de 9.674 millones de euros. De esos productos, las preferentes de Unnim (380 millones) fueron convertidas en acciones ordinarias por el FROB en septiembre de 2011, y las de BFA/Bankia (4.465 millones) en junio de 2012.


Un nuevo decreto-ley, de febrero de 2011, con el novedoso título de "para el reforzamiento del sistema financiero", permitió la compra de acciones ordinarias de entidades con necesidades de capital. En septiembre de 2011, el FROB inyectó con este mecanismo 4.183 millones de euros, de ellos 2.465 millones en Nova Caixa Galicia Banco y otros 1.718 millones en Catalunya Banc.


Desde el inicio de la crisis, han sido intervenidas cinco entidades: Caja Castilla-La Mancha, Caja Sur, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Unnim y Banco de Valencia, según la contestación del Ejecutivo.


En CCM, intervenida en marzo de 2009, se introdujo primero una línea de liquidez del Banco de España por 1.150 millones, que se devolvió antes de su compra por CajaAstur. Las ayudas a la reestructuración, asumidas por el Fondo de Garantía de Depósitos, incluyen una recapitalización por importe de 1.300 millones, una línea de liquidez de 350 millones y un esquema de protección de activos (epa) por importe máximo de 2.475. El apoyo total, resume el Gobierno, ascendió a 4.125 millones de euros.


CajaSur, por su parte, intervenida en mayo de 2010, tuvo ayudas, vinculadas a su adquisición por BBK, mediante una EPA del FROB por importe máximo de 392 millones de euros. La CAM, intervenida en julio de 2011, y adquirida por el Banco Sabadell, ha contado con una inyección de capital de 5.249 millones de euros, y un EPA sobre una cartera de activos de 24.644 millones, en los que el Sabadell asume íntegramente los primeros 3.900 millones de pérdida, y, a partir de ese umbral, las pérdidas se reparten entre el Fondo de Garantía de Depósito y el banco adquiriente en una proporción de 80%-20%. Incluye además una medida contingente de carácter fiscal por 700 millones de euros.


Unnim recibió como "apoyo de rescate" en otoño de 2011 una inyección de capital de 568 millones de euros, con lo que el FROB pasaba a ser titular de 953 millones en acciones de la entidad, que incluyen los 568 millones citados y la conversión en acciones de 380 millones en participaciones preferentes de titularidad FROB y 5 millones adicionales de intereses capitalizados.


Bankia tuvo una inyección urgente en septiembre de 4.500 millones


Tras su plan de reestructuración mediante su compra por BBVA, tuvo las siguientes ayudas: inyección de capital de 953 millones antes referida, que pasa a ser definitiva; una EPA sobre una cartera de 7.360 millones, en el que BBVA asume la primera pérdida hasta 1.330 millones, repartiéndose luego entre el FGD y el citado banco a 80%-20%. También tiene una medida contingente fiscal por 857 millones.


En cuanto al Banco de Valencia, intervenido en noviembre de 2011, tuvo una inyección de capital de 1.000 millones de euros más una línea de liquidez de hasta 2.000 millones de euros.


También se refiere la respuesta de forma específica a BFA/Bankia. El FROB aprobó el pasado mes de septiembre una inyección de capital urgente por 4.500 millones de euros, como anticipo de la recapitalización de la entidad en el marco de la asistencia financiera europea.

miércoles, 17 de octubre de 2012

El enemigo de la sociedad, George Soros y sus tentáculos

El multimillonario especulador George Soros se esconde debajo de la piel de filántropo y se oculta tras sus aportaciones millonarias a fundaciones y ONGs que actúan como telas de araña del pensamiento independiente de la sociedad.

No es uno cualquiera. Sus tentáculos nos alcanzan a los griegos y a los españoles con especial dureza. Tarpley describe los hechos con la clarividencia de siempre, en el video de abajo, que ya apareció con anterioridad en Nonius451, pero que vuelvo a colgar porque nuestra situación es cada vez más dramática, y es importante entender cómo se originó.

A la pregunta de si Soros es responsable de la debilidad del Euro, Tarpley habla de la guerra económica desde la oligarquía anglosajona, el dólar y la libra, contra el Euro, comenzando por su punto más débil, Grecia, y continuando por España. El Wall Street Journal describe la cena secreta que se celebró el 8 de febrero de 2010, con la asistencia de Monness Crespi Hardt, SAC Capital Advisors, Greenlight Capital, Brigade Capital y George Soros, entre otros.

(Esta noticia se puede encontrar en:

La idea, según Tarpley, es rebajar la presión sobre el dólar para enmascar su debilidad. Grecia es el flanco fácilmente atacable del Euro, y será la primera pieza del dominó en caer, a quien seguirán España, Portugal, Italia, hasta llegar a todas las deudas nacionales de todos los estados del mundo.
Si la explicación de Tarpley es buena (y yo así lo pienso), podemos considerar estos movimientos como el origen de nuestra dramática situación, que nos impide asomar la cabeza por fuera del pozo de la crisis.

El video es el siguiente (sorry, in English):


Pues bien, la sorpresa nos la podemos llevar cuando encontramos que los tentáculos del Sr Soros llegan hasta el diario ElPais, donde hoy tenemos en portada (como muchas otras veces) a José Ignacio Torreblanca, hablando desde su blog Cafe Steiner como experto sobre si España saldrá de la crisis y cómo deberá hacerlo.

José Ignacio Torreblanca es director de la oficina en España del European Council on Foreign Relations, un think tank financiado por la Open Society, como dice en su propia página. La Open Society es una fundación propiedad del señor Soros.

El que por un momento piense que estas fundaciones y think tanks son inocentes agrupaciones de pensadores, que se olvide. Estas organizaciones tienen su estrategia, clara y definida. Si el sr Soros se ha dedicado a especular contra nuestra sociedad, estoy convencido de que nuestro bienestar no está dentro de sus prioridades.

El asunto es muchísimo más importante de lo que parece. La prensa es el medio donde se generan las líneas generales del debate en una sociedad. Si en esos medios se permite que se inmiscuyan enemigos de esa misma sociedad, camuflados de "expertos", al final es irremediable que acabemos en sus manos.

Esto es lo que nos está ocurriendo en España. Es CRÍTICO para una sociedad sana que la prensa sea independiente. Si el señor Torreblanca aparece expresando su opinión en la portada de ElPais, debería haber un cartelito en la zona inferior que dijera "Publireportaje", igual que en los anuncios.

Aunque en realidad cuando ElPais ha sido comprado por un grupo inversor estadounidense, ya estamos dando los pasos necesarios para acabar hipnotizados por sus titulares y las opiniones de sus "expertos". El colmo es que a Soros no se le puede catalogar como otra cosa que no sea ENEMIGO de la sociedad (y especialmente de la española).


lunes, 1 de octubre de 2012

La gran estafa: el Presupuesto de 2013



Estos últimos días de septiembre ocurrieron cuatro hechos que definen con toda claridad la raíz del problema al que España se enfrenta. Uno fue la presentación del presupuesto por parte del Gobierno español en el que se indica que el Estado tendrá que pagar casi 40.000 millones de euros a los acreedores (la mayoría bancos extranjeros y españoles) para cubrir lo que se les debe como consecuencia de tener que abonarles los intereses de la deuda pública española que poseen. Esta elevada cantidad se debe a los altos intereses de tal deuda, consecuencia, en gran parte, no de la especulación de los mercados financieros –como constante y erróneamente se asume en los medios donde la sabiduría convencional se reproduce– sino de la oposición del Banco Central Europeo a comprar deuda pública en los mercados primarios, es decir, directamente al Estado español, como hace cualquier Banco Central digno de su nombre (tal como el Federal Reserve Board de EEUU, el Banco de Inglaterra en Gran Bretaña o el Banco de Japón).

(Nota de Nonius451: Navarro se olvida de que han ocurrido las DOS cosas: primero especulación y luego pasividad del BCE).

Los máximos beneficiarios de estos pagos del Estado a los acreedores son los bancos españoles y europeos (entre los cuales sobresalen los alemanes que tienen una excesiva dimensión, influencia y protagonismo en las instituciones de la Eurozona) que recibieron prestado dinero del mismo BCE a unos intereses por debajo de un 1%, con el cual compraron deuda pública española a unos intereses del 6% y el 7%. Un negocio redondo para tales instituciones financieras, que consiguieron gracias a la ayuda del BCE, que no es un banco central sino un lobby de la banca y muy en especial de la banca alemana. A aquellos que consideren el término lobby una exageración les aconsejo que lean, no ya las actas del BCE (que son secretas) sino las publicaciones de tal institución. Y verán si dicho término es o no adecuado para definir el BCE, el mayor promotor hoy en la Eurozona de las políticas de austeridad (austeridad, por cierto, que no aplica a su propio comportamiento, pues acaba de estrenar una sede exuberante en Frankfurt que ha costado seis veces más de lo inicialmente calculado y que albergará a los funcionarios mejor pagados del establishment público europeo). En tales boletines, la defensa de los intereses de la banca es central en la percepción de lo que el BCE considera ser su función. Tal defensa se viste con el traje de que “su misión es controlar la inflación”. En esta defensa de sus intereses, irán a extremos que van desde desmantelar la Seguridad Social en España, hasta recuperar la semana laboral de seis días. Es, como bien dice Noam Chomsky, la lucha de clases unilateral de una minoría –la banca– en contra de todos los demás.

El poder de la banca: el endeudamiento de España

Esta deuda, sin embargo, está basada, en parte, en la enorme influencia de la banca no solo sobre el BCE sino también sobre el Estado español. Hoy, la influencia de la banca sobre la sociedad española rebasa cualquier límite tolerable en un sistema democrático. Todos –desde los partidos políticos, a la prensa, las empresas y las familias– están enormemente endeudados con la banca. La actitud tan poco crítica de los medios de información hacia el comportamiento de la banca y su dominio de la vida política y mediática del país se basa precisamente en este hecho. En lugar de denunciar esta relación obvia entre las instituciones financieras y las instituciones políticas, los medios de mayor difusión y los partidos mayoritarios atribuyen el endeudamiento al comportamiento supuestamente irresponsable de las familias, de las pequeñas y medianas empresas (las grandes tienen ya más dinero de lo que necesitan para invertir) y del Estado. Es lo que se llama en inglés, el “victim blaming”, es decir responsabilizar a la víctima de su propia tragedia.

En tal argumentación se ignoran y/u ocultan varios hechos. El endeudamiento de las familias se debe a la disminución de su capacidad adquisitiva, resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta total del país, descenso que ha sido mucho más acentuado durante los últimos años debido a las reformas laborales y a la disminución salarial que tales reformas intentaron y alcanzaron exitosamente.

El endeudamiento de las medianas y pequeñas empresas se debe, en parte, al descenso de la demanda de sus productos y servicios, consecuencia de la disminución de la capacidad adquisitiva de las clases populares y también a la gran carestía del crédito, resultado de la desviación de la actividad crediticia de la banca hacia actividades especulativas más rentables como las inversiones inmobiliarias, habiéndose establecido el maridaje banca-sector inmobiliario que llevó al desastre.

El endeudamiento del estado se debe a las políticas fiscales regresivas que han beneficiado sistemáticamente a las rentas del capital y a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. Esta regresividad explica la gran pobreza del estado (los ingresos al estado español son los más bajos de la UE-15, un 31% del PIB, comparado con un 44% en el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia). Y este problema se acentuó todavía más mediante las reformas fiscales regresivas aprobadas en el momento de expansión económica (estimulada por la burbuja inmobiliaria). Así, como resultado de la reforma tributaria del 2006, el estado dejó de recoger en 2008 19.600 millones de euros (según los datos del Servicio de Estudios y Estadísticas Fiscales del Ministerio de Economía y Finanzas). Los impuestos sobre el capital descendieron un 39% y los de las rentas superiores un 11%.

España no se hubiera endeudado tanto si hubiera tenido un sistema tributario más justo y más avanzado. La bajada de impuestos explica que el estado tuviera que pedir prestado a los bancos para cubrir el agujero creado en sus arcas precisamente como consecuencia de la bajada de impuestos a las rentas del capital y rentas superiores. Como resultado de esta situación, el estado, además de bajarles los impuestos a los súper ricos, ahora les paga unos intereses muy altos, a través de los bancos, por los bonos que han comprado con el dinero conseguido en los recortes de impuestos. Otro negocio más que redondo, para el beneficio primordialmente de lo que se llamaba burguesía financiera y los súper ricos.

Pero esta enorme necesidad de endeudamiento fue una gran golosina, no sólo para la banca española sino también para la banca europea y, muy en especial, la banca alemana. De ahí que la banca alemana tenga hoy casi 200.000 millones de euros prestados en el territorio español, tanto en deuda pública como privada. Y está hoy muy preocupada pues el estallido de la burbuja inmobiliaria (a la que contribuyó en gran medida a que se inflara) puede arrasar toda la banca, incluida la alemana.

El llamado rescate al sistema bancario

Lo cual me lleva al segundo hecho acaecido el 28 de septiembre. La decisión del gobierno español de pedir el rescate a la banca, mediante el préstamo de 40.000 millones de euros (casi la misma cifra que el estado español tendrá que pagar a la banca por la deuda), para asegurarse lo que se llama “la viabilidad del sistema bancario español”, a lo que tendría que haberse añadido “y de la banca alemana”. Es decir que el estado pide dinero (que tendrá que devolver el propio estado, pagado por el ciudadano español) a las autoridades de la eurozona, donde la banca alemana es muy influyente, para ayudar a la banca, asegurándose así que no quiebre y que se pague a la banca alemana (entre otras). Como bien dijo el asesor económico al gobierno alemán, el Sr. Peter Bofinger, en su comentario sobre la aprobación de 100.000 millones de euros para el rescate a la banca española “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España) sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en estos países”.

Las condiciones leoninas del rescate: el presupuesto del Estado

Este rescate se hace en condiciones leoninas que tendrán que pagar las clases populares a base de enormes sacrificios y recortes, incluidos los recortes que recoge el presupuesto propuesto por el gobierno el día 27 de septiembre, el tercer hecho digno de mención. La falta de medidas de protección de la capacidad adquisitiva de los pensionistas y de los desempleados es un ejemplo más de la insensibilidad social del presupuesto que aparece con toda intensidad en los recortes de gasto público social y disminución muy notable de la protección social. Su brutalidad queda demostrada en que incluso la Troika indicó que las medidas tomadas por el gobierno iban incluso más allá de lo que la propia Troika les exigía. El gobierno español ha sido siempre el alumno aventajado del establishment neoliberal que domina las estructuras de la gobernanza de la eurozona.

Y todas estas políticas se presentan como las únicas posibles, negando y ocultando la evidencia fácilmente accesible de que sí las hay. El BCE podría actuar, por ejemplo, como un banco central, con el objetivo de estimular la economía y no sólo controlar la inflación. El estado español podría haber tenido ya en anteriores presupuestos y en los actuales una política fiscal mucho más progresiva, de manera que en lugar de recortar las pensiones (para conseguir 1.200 millones de euros) podría haber mantenido el impuesto de patrimonio (consiguiendo 2.100 millones) o anulado la bajada del impuesto de sucesiones (consiguiendo 2.552 millones) o anulado la bajada de impuestos a las personas que ingresen más de 120.000 euros al año (consiguiendo 2.500 millones). O en lugar de recortar 6.000 millones en sanidad, podrían haber anulado la bajada del impuesto de sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), consiguiendo con ello 5.300 millones.

O en lugar de recortar 200 millones a los servicios de atención a las personas con dependencias, podrían haber eliminado el subsidio del estado a la Iglesia Católica para que enseñe religión católica en las escuelas públicas del estado. Y así una larga, larga lista mostrando que sí que hay alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo hemos documentado en el libro Hay alternativas.

Y el estado español podría dejar colapsar bancos en España (Bankia es un caso claro), estableciendo bancas públicas o subvencionando cooperativas de crédito que lo garanticen. El rescate financiero es una ayuda más a la banca y a las rentas superiores que son los mayores accionistas de tales bancos, sin que se garantice el crédito. Hoy el obstáculo mayor al ofrecimiento de crédito es la banca, cuyo poder en España es único en la UE y en la OCDE. Lo que ocurre con los desahucios es un escándalo sin paralelo en otros países.

Estos tres hechos ocurridos al final de septiembre son indicadores del enorme poder de una minoría que está consiguiendo lo que siempre desearon: la destrucción de los sindicatos, la eliminación de la protección social, la bajada de salarios y la desaparición del estado del bienestar.

Permítanme que añada otro hecho digno de mención. El cuarto hecho: las movilizaciones del movimiento 15-M y otros movimientos para denunciar al Congreso, en Madrid. Fue sabio de este movimiento renunciar a la ocupación del congreso. Pero fue digno de ser aplaudido que intentaran denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de él, pues los otros tres hechos son un indicador de la violación a la democracia que está ocurriendo en España. Ninguna de tales políticas traducidas en aquellos tres hechos tiene un mandato popular. Hoy, la mayoría del Congreso es un instrumento que claramente ni representa ni está al servicio de la mayoría de la población española. Sus políticas no han sido aprobadas por la ciudadanía española. No son los que se manifiestan los que están atacando a la democracia sino los que están dentro (refiriéndome a los partidos que están aprobando tales políticas sin mandato popular) que están violando la democracia.

(Nota de Nonius451: Navarro se olvida de que ni el 15M ni el Ocupa el Congreso critican a la banca o el BCE, sino a los representantes de los ciudadanos)

viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Que se vayan todos? 25-S Ingeniería social puntera (II)

Nota de Nonius451: Augusto Klappenbach hace los mismos razonamientos que hicimos en Nonius451 en la entrada 25-S Ocupa el Congreso. Ingeniería social puntera. Lo único que él no ha tenido en cuenta es que SÍ HAY ORGANIZACIONES CUYO FIN ES DESVIAR convenientemente los movimientos sociales que pueden desbaratar el status quo existente.

Si Augusto Klappenbach fuera consciente por un momento de que en la Embajada de los Estados Unidos o en lugares similares hay equipos de profesionales DISEÑANDO cuál es el próximo movimiento social en la izquierda española, entonces su artículo hubiera sido muy parecido a la entrada de Nonius451.

Fuente: Público


Augusto Klappenbach. Filósofo y escritor


¿Que se vayan todos? Este era el lema de una de las pancartas que encabezaban la marcha al Congreso de los Diputados del 25 de septiembre, además de un eslogan largamente coreado. Uno de los manifestantes decía: “lo que queremos es que se marchen, que se vayan, el gobierno y los diputados, porque no los queremos”. Puede entenderse este deseo, expresado en un momento en que las instituciones se muestran impotentes para cumplir el mandato que les confiere la representación de la voluntad popular, suplantada por exigencias que provienen de oscuros especuladores financieros. Pero conviene recordar que cuando se reemplazan los argumentos racionales por expresiones puramente emotivas el resultado puede ser contraproducente y puede ayudar a mantener la situación contra la cual se protesta.


Si todos los gobernantes se marcharan ¿qué quedaría en su lugar? ¿Alguien piensa que un hipotético gobierno del pueblo reunido en asamblea es posible en la Europa del siglo XXI y en una nación de cuarenta y siete millones de habitantes? Incluso una posible renuncia del gobierno que provocara elecciones anticipadas ¿serviría de algo, teniendo en cuenta la realidad de nuestros partidos políticos actuales? ¿Quiénes realizarían hoy una reforma constitucional (sin duda necesaria) que asegurara el papel de la gestión pública en la economía?


Me parece evidente que la crisis actual demuestra el fracaso de esta última etapa del capitalismo, caracterizada por la progresiva destrucción de un sistema democrático que ha costado siglos conquistar y que provoca un aumento de las desigualdades y la exclusión de la historia de una parte importante de los habitantes de este pobre planeta. Y creo que solo una gestión socializada del capital financiero puede racionalizar la economía, de tal manera que las decisiones se tomen a la luz pública en lugar de los oscuros despachos anónimos que la dirigen actualmente. De manera que en este momento no bastan reformas cosméticas del sistema sino que son necesarios cambios radicales –es decir, que vayan a la raíz- en la vida económica.


Pero precisamente por ello es necesario que las protestas contra este estado de cosas no se limiten a expresar sentimientos legítimos sino que exijan cambios posibles, que preparen el camino para reformas futuras más ambiciosas. Por ejemplo. Una reforma de la ley electoral que haga posible la participación de los ciudadanos en la confección de las listas y que permita la representación proporcional que exige la Constitución. Una política económica que, sin descuidar el déficit, dedique parte de los recursos del Estado que hoy se dirigen a rescatar bancos a estimular la economía. Una política de recortes que se dirija a eliminar gastos inútiles de la administración –como las diputaciones, designaciones a dedo, sueldos de ayuntamientos, coches oficiales, etc.- y que no ponga en peligro conquistas como la sanidad gratuita y universal, la enseñanza pública o la atención a la dependencia. Una política internacional que busque acuerdos con países que pretendan superar la actual dictadura de los bancos alemanes, establezca tasas a las transacciones financieras y combata los paraísos fiscales. Una reforma fiscal que imponga tributos progresivos según la renta. La gestión pública permanente de los bancos nacionalizados, que no los devuelva al mismo sector que los ha arruinado. La transparencia de las cuentas públicas mediante el libre acceso de los ciudadanos por internet. Y seguramente muchas más.


Si se lograra una movilización ciudadana masiva centrada en estas y otras medidas similares, la clase política podría comprender que el apoyo electoral que necesita depende de su respuesta a medidas concretas antes que a promesas vagas y personalismos sin contenido. Aunque para ello sería necesario superar uno de los vicios tradicionales de la izquierda: el sectarismo. Habrá que aceptar que la coincidencia en estas y otras medidas urgentes no implica que se compartan todos y cada uno de los principios de cada sector de opinión: si se logra recuperar en alguna medida la gestión pública de la vida económica tiempo habrá para discutir la manera de concretar su realización. Quizás así se abriría un espacio para que pudieran surgir programas y dirigentes que superaran la mediocridad generalizada de los políticos profesionales de la actualidad. Por el contrario, limitarse a repetir consignas emocionales grandilocuentes puede preparar el camino para que surjan líderes carismáticos autoritarios o, en el otro extremo, para allanar la tarea de los “hombres de negro”, que son capaces de realizar su tarea mientras otros se encargan de reprimir algaradas populares emotivas pero de corto alcance.

(...)
Por otro lado, la bandera de la répública es la mejor manera de dividir un movimiento que ataque a las instituciones financieras. Te dejas fuera a todos los seguidores de la selección española de fútbol. Goldman Sachs no lo haría mejor. En este caso me importa poco, pero si alguna vez sale un movimiento auténtico de izquierdas, será socavado añadiéndole alguno de estos símbolos tan españoles, que nos dejan con el tamaño de un cantón suizo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Salirse del euro


Este artículo señala las tres alternativas posibles frente a la crisis actual, subrayando que una de ellas debería ser la posibilidad de que España saliera del euro, presentando los argumentos que apoyan la consideración de tal alternativa ante las otras posibles.

Ante la enorme crisis financiera y económica existente en España, hay tres alternativas. Una es continuar las políticas de austeridad del gobierno del Partido Popular, siguiendo las instrucciones del Consejo Europeo (dominado por conservadores y neoliberales), de la Comisión Europea (de clara orientación conservadora neoliberal) y del Banco Central Europeo (bajo la enorme influencia del Bundesbank, el banco central alemán, que ha sido definido irónicamente y con bastante certeza, como el Vaticano del neoliberalismo), máximo exponente de la banca alemana. Estas políticas conducen inevitablemente a una situación de recesión, bordeando la depresión, por muchos años. Su eje central es un ataque frontal al mundo del trabajo, al Estado del Bienestar y a la democracia. La evidencia de ello es robusta y abrumadora. Su máxima expresión es lo que está ocurriendo a Grecia. Detrás de esta estrategia está el capital financiero (que hoy domina el comportamiento, no sólo financiero, sino también económico, de la Eurozona), así como el capital de las grandes empresas. Esta opción es, sin lugar a dudas, la peor. Esperar que las políticas de lo que se llama “austeridad expansiva” sean eficaces para estimular la economía y salir de la recesión pertenece al terreno del dogma neoliberal, aceptado por mucho tiempo por las izquierdas gobernantes que están llevando a España, a Europa y al mundo al desastre.

Otra alternativa es seguir unas políticas casi opuestas a las políticas de austeridad. Esta alternativa estaría inspirada en las políticas expansivas del New Deal a principios del siglo XX en EEUU y en las también políticas expansivas de los años cincuenta y sesenta que siguieron la mayoría de países en Europa, estimuladas por el Plan Marshall. Tales políticas expansivas, llevadas a cabo a ambos lados del Atlántico, permitieron que EEUU y la Europa Occidental salieran de la Gran Depresión. La aplicación de tales políticas en España y en la UE implicaría un gran aumento del gasto público que tendría como objetivo crear empleo y, a través de él, aumentar la demanda doméstica y estimular la economía. Tales políticas tendrían como centro de su estrategia, el estímulo del crecimiento, tanto a nivel de España, como a nivel de la UE. En contra de lo que sostiene la sabiduría convencional, esta estrategia sería posible desarrollarla incluso en España, aún cuando su desempeño sería más sencillo si tales políticas fueran también realizadas a nivel de la Eurozona y de la UE.

Se me dirá que el gobierno francés ha iniciado ya este camino. Pero, como he escrito recientemente, tal gobierno ha firmado el Pacto Fiscal que obliga a los Estados a tener presupuestos equilibrados, sin cuestionar tampoco el Pacto de Estabilidad, que es el que está determinando los enormes recortes de gasto público que se están realizando en los países de la Eurozona. No pueden desarrollarse políticas de crecimiento sin cuestionar tales pactos. El hecho de que el gobierno socialista francés acabe de proponer al Parlamento francés que se apruebe tal Pacto Fiscal, es un indicador de la poca probabilidad que tal alternativa expansionista tenga lugar en aquel país.

No descarto que las crecientes movilizaciones populares, liderados por los sindicatos, y el crecimiento de los partidos de izquierda, a la izquierda de los partidos socialdemócratas gobernantes, vayan moviendo a tales partidos hacia posturas más coherentes con su discurso pro-crecimiento. Pero esta posibilidad permanece en el aire. No la descarto (y sería mi preferencia personal), pero soy escéptico. Los partidos socialdemócratas no han hecho la autocrítica que deberían realizar que conllevase un cambio muy sustancial de sus políticas económicas. La socialdemocracia española y catalana son un claro ejemplo de ello. Las políticas económicas que están proponiendo asumen que la economía se recuperará a base del aumento de las exportaciones, sin comprender que el elemento clave de tal recuperación pasa por un aumento de la demanda doméstica.

Esto nos lleva a la tercera alternativa, que no es mi primera opción, pero cada vez creo más que es la única opción que nos queda, puesto que, como he dicho antes, la peor opción es continuar la situación actual. Y esta tercera opción es la salida de España del euro. Haber llegado a esta conclusión deriva de mi entendimiento de que España no tiene las herramientas e instrumentos para salir de la crisis. No puede ni devaluar la moneda, para hacer España más competitiva, ni el Estado puede protegerse de la especulación financiera, al no tener un Banco Central que la proteja. Ello es intolerable. A no ser que estas herramientas se recuperen, España, en el marco actual de la Eurozona, no puede recuperarse. En realidad, no es por casualidad que Gran Bretaña y Suecia estén iniciando políticas expansivas, pues ambos países tienen moneda propia y su propio Banco Central.

Los argumentos que se han aducido en contra de tal salida del euro en la mayoría de los medios, son tan sesgados que carecen de credibilidad. Veamos. Uno de ellos es que España, a partir de la salida del euro, tendría cerrada la posibilidad de pedir dinero prestado en los mercados financieros. El mismo argumento se utilizó, por cierto, con muchos países, incluida Argentina (cuándo ésta se separó del dólar), sin que la realidad corroborara este hecho. Hoy el sistema financiero es multipolar, y no existe hoy en el mundo escasez, ni de liquidez ni de crédito. Antes al contrario. Hoy el mundo está inundado de dinero. Existe una excesiva acumulación de capital financiero. El problema es falta de demanda por parte de la mayoría de las poblaciones. Tal escasez en España está artificialmente creada (y diseñada desde el principio por los creadores del euro y del BCE). Hoy España podría conseguir crédito a intereses mucho más bajos si no estuviera en el euro. Suecia y Gran Bretaña, ambas en la UE, pero no en la Eurozona, no tienen dificultades en obtener crédito.

Otro argumento que se ha utilizado se basa en la ignorancia respecto a algunos hechos. Se ha repetido en muchas ocasiones que Argentina se pudo recuperar muy pronto (sólo seis meses necesitó para crecer de nuevo después de salirse del euro) como consecuencia de la gran demanda de sus productos naturales en una economía mundial muy expansiva. Tal argumento desconoce que la recuperación argentina no se basó en el crecimiento de las exportaciones, sino en el crecimiento de la demanda doméstica.

Un argumento que tiene mayor validez, sin embargo, es el riesgo del crecimiento de la inflación, resultado de que su banco central imprimiera mucha moneda para apoyar las políticas expansivas. Este riesgo es real. Ahora bien, entre dos males menores, es preferible una elevada inflación con bajo desempleo y elevado crecimiento, que la situación actual, con bajo crecimiento, con enorme desempleo, y en recesión.

Admito que la salida del euro no sería un proceso fácil. Pero este argumento –la dificultad de salirse del euro- tiene que evaluarse a la luz de los costes humanos, sociales y económicos de mantenernos en el euro. Las propuestas de salirse de la crisis, dentro del euro, a base de potenciar las exportaciones (tal como están proponiendo, no sólo los equipos económicos del Partido Popular, sino también del PSOE y del PSC), ignoran (repito lo que dije antes) que el mayor problema de la economía española es la enorme paralización de la demanda doméstica. Tal como he subrayado, el sector exportador ha ido creciendo en España, mientras que la economía ha ido colapsándose, año tras año. La solución pasa por un aumento de la demanda que no puede resolverse a no ser que se rompa con las políticas impuestas por las autoridades en la Eurozona y el FMI. Es interesante notar que los dos Estados citados anteriormente, el británico y el sueco (ambos gobernados por partidos conservadores) han concluido que sin políticas expansivas, de estímulo económico, no se recuperarán de su bajón económico. Pero como dije antes, ambos pueden hacerlo porque tienen su propio Banco Central y su propia moneda. De ahí que, aún cuando la deuda británica sea mayor que la española (que es relativamente baja), los intereses de su deuda pública sean mucho más bajos, y ninguno de los dos, Gran Bretaña y Suecia, tienen una elevada inflación. El hecho de que hubiera un riesgo de elevada inflación no tiene por qué concluirse que la salida del euro en España conduciría a una inflación elevada que afectara la eficiencia de la economía española.

Una última observación. Es de una enorme torpeza que ninguno de los dos partidos mayoritarios, con capacidad de gobernar a España haya amenazado con salirse del euro. Lo que menos desean Alemania y su banca es que España salga del euro. El Estado español debería utilizar tal amenaza como baza negociadora en sus discusiones con la troika. El hecho de que no lo haga muestra su grado de dependencia.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

25-S Ocupa el Congreso. Ingeniería social puntera

Como dice el interesante artículo de hace unas semanas del blog No morir idiota, Ocupa el Congreso es una manipulación del poder en la sombra para llevar el caos e imponer un gobierno de tecnócratas lacayos del BCE.


La principal y parece que única obsesión del movimiento 25-S es destruir, defenestrar y debilitar a la clase política española. Parte de esa clase política es la que nos tendrá que sacar del agujero en el que estamos metidos, con fuerza e independencia. Si somos capaces de no ser manipulados, los españoles deberíamos votar a alguna coalición de izquierdas que en la próxima legislatura trabaje para deshacer lo andado por el neoliberalismo actual. No lo conseguirá nunca si metemos a todo el Congreso sin excepción dentro de la misma categoría. De hecho, el riesgo que corremos con el 25-S es que el anarcocapitalismo sea el modo de funcionamiento en el futuro, si no lo remediamos.


Creo que es clave reflexionar sobre dos puntos importantísimos: En primer lugar, el 25-S no dice nada sobre la manipulación que recibimos día a día desde los medios de comunicación, absolutamente vendidos a las corporaciones financieras. Dicha manipulación es la que aúpa a los políticos que resultan útiles a los intereses de las multinacionales, y destruye a los que apuntan maneras como luchadores por el pueblo. Es la manipulación que nos quiere hacer creer que la crisis es simplemente el resultado de la holgazanería y desorganización típica de los habitantes del Sur de Europa, una idea creada artificialmente para que los bancos salgan indemnes o incluso reorzados en esta crisis, cuando ha sido la desregulación propiciada por sus lobbys la que la ha causado. Esa manipulación de la prensa es la que magnifica eventos como este movimiento, desde hace meses y ningunea otros mucho más interesantes.

En segundo lugar, es importantísimo constatar que el movimiento Ocupa el Congreso no dice NADA sobre los principales causantes de la crisis y de las medidas de austeridad, de nuevo las CORPORACIONES FINANCIERAS. Es curioso que la institución que se va a ocupar es el Congreso y no, por ejemplo, la sede de Goldman Sachs. ¿No es mucho más culpable esta última empresa y otras similares que no dejan un solo día de especular contra la economía de cada una de nuestras familias, y que no paran de presionar en las más altas esferas contra los políticos que les resultan incómodos?


Sinceramente, no me creo que estas dos lagunas sean fallos inocentes. Creo que son más bien el resultado de una ingeniería social que podríamos decir que es puntera en el mundo, y cuyo resultado es que, en resumen, la izquierda pogre española acaba trabajando para los intereses de los herederos del Imperio Británico, las CORPORACIONES FINANCIERAS ANGLOSAJONAS.


De nuevo grandísima enhorabuena a la embajada de los Estados Unidos por su excelente trabajo.


Tomasz Szabelewski que se presentaba como portavoz del 15M,y que resultó ser uno de los think-tanks al servicio de la Fundación Everis, presidida por el siniestro Eduardo Serra

lunes, 3 de septiembre de 2012

La troika quiere una jornada laboral de 6 días en Grecia

Fuente: Público.es

Los 'hombres de negro' de Bruselas, el BCE y el FMI llegan el martes a Atenas para negociar los nuevos ajustes.

La troika internacional que supervisa la economía griega ha pedido al Gobierno que flexibilice las relaciones laborales con diversas medidas, entre ellas aumentando la semana laboral de cinco a seis días. Aunque algunos de los expertos que deberán analizar el programa de recortes del segundo rescate a Grecia ya están en Atenas, la mayoría de la misión llegará este martes.

La información procede de un correo electrónico enviado por representantes de la troika -formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- a los ministerios griegos de Finanzas y Trabajo y filtrado hoy por el diario económico "Imerisia".

La autenticidad de este e-mail y de su contenido fue confirmada por una fuente del Ministerio de Finanzas que no quiso revelar los detalles de su contenido. Entre las propuestas más polémicas se encuentra aumentar la semana laboral a seis días y reducir el descanso mínimo entre turnos de trabajo a once horas, además de eliminar las restricciones a los cambios de turno de mañana y de tarde según las necesidades del empresario, relata el diario "Imerisia".

Igualmente, la troika exige reducir a la mitad la indemnización por despido y el plazo del que dispone el empresario para notificar al trabajo su rescisión de contrato. También pretende que disminuya la contribución al Fondo de la Seguridad Social que pagan las empresas por cada empleado, a pesar del empeoramiento de la recaudación del Estado en este sentido.

La troika también exige reducir a la mitad la indemnización por despido

"No se trata de propuestas nuevas, pues la troika lleva tiempo haciéndolas. Pero, de momento, son sólo propuestas, no significa que el Gobierno griego deba aceptarlas", explicó a Efe la fuente ministerial, que solicitó el anonimato por lo delicado del asunto.

La tasa de desempleo en Grecia se situó en mayo en el 23,1 % de la población activa (54,9 % en el caso de los menores de 25 años) y el nivel adquisitivo de los trabajadores griegos ha caído a niveles de hace tres décadas, según cálculos de los sindicatos griegos.

La mayoría de los expertos de la troika formada por la CE, el BCE y el FMI llegará este martes a Atenas y mantendrá las primeras reuniones de trabajo el miércoles con el fin de concluir la primera revisión del programa de ajustes y reformas estructurales del segundo rescate a Grecia.

martes, 31 de julio de 2012

Draghi debería ser juzgado


Fuente: Público

Juan Torres López

Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

Los medios de comunicación han festejado que una sola frase de Draghi (“Haré lo que sea necesario para salvar el euro, y será suficiente”) haya bastado para salvarnos, deteniendo la acelerada subida de la prima de riesgo española.

Lo muestran como un todopoderoso dios monetario capaz de paralizar de un solo golpe la furia de los especuladores, la “irresponsabilidad” de los mercados que el Ministro de Economía denunciaba días atrás, cuando sus ataques encarecían la venta de nuestra deuda hasta niveles prohibitivos.

Y lo es. Es el titular de un poder nuevo, pero de un poder no democrático y que, como este mismo caso demuestra claramente, no se ejerce en beneficio de los pueblos sino infringiéndole un sacrifico tan inhumano como innecesario y cruel.

Por eso me parece que lo noticioso no debería ser la acción todopoderosa de Draghi sino que no haya comparecido para explicar por qué no la llevó a cabo antes.

Si el Banco Central Europeo, como a nadie le cabe ya la menor duda y como acaba de ser de nuevo demostrado, puede evitar tan fácilmente el sobrecoste artificial que los mercados imponen a nuestra deuda, lo que tendríamos que preguntarnos es la razón del retraso en la acción salvadora, las causas de una omisión tan flagrante del deber de protección y auxilio económico que las instituciones tienen respecto a las economías y a los pueblos que las han creado.

No se trata de un hecho baladí. De una semana a otra se suceden subastas que al ir encareciéndose aumentan en miles de millones de euros la factura que pagan los estados, y si el Banco Central Europeo no hace nada, pudiéndolo hacer, para que no sea más elevada de lo necesario, lo que está provocando es un daño terrible a las naciones, a las personas y a las empresas concretas, a sus patrimonios y a su capacidad de creación de riqueza y empleo. Un daño, además, que se hace solamente en aras de permitir que los inversores se enriquezcan todavía más simplemente apostando en un casino en donde se juega a costa del bienestar y la paz de las naciones.

No es la primera vez que Draghi se ve inmerso en acciones de este tipo, que ocasionan un daño tan evidente y grave a las economías. Fue directivo de Goldman Sachs e inevitablemente corresponsable, si no responsable directo, de los engaños que el todopoderoso banco urdió en Grecia, y parece que también en Italia, para hacer negocio manipulando sus cifras de déficit. Y su presencia está vinculada igualmente a escándalos (que terminaron también beneficiando a Goldman) relacionados con la privatización de empresas públicas en Italia. Sabe bien lo que significa utilizar recursos públicos para beneficiar a los intereses privados.

Pero en este caso estamos hablando de algo mucho peor y más grave. Es cierto que el comportamiento del Banco Central Europeo y su falta de acciones determinantes para evitar que los problemas de liquidez de los estados se conviertan en uno muy dramático de solvencia viene dado por las restricciones de su estatuto (que lo consolida como un engendro que en realidad no responde a su nombre de banco central). Pero es que incluso en el macro de su restringida capacidad de actuación puede hacer mucho más de lo que hace, y algo muy distinto a lo que viene haciendo, como el propio resultado de las palabras de Draghi acaba de mostrar.

Los pueblos no pueden continuar en silencio ante este tipo de hechos. Debemos pedir cuentas. El Banco Central Europeo actúa como un auténtico pirómano al servicio de la banca privada, que sin disimulo se ha encargado de poner a su cabeza a unos de sus representantes más conocidos y preeminentes, precisamente porque lo que está ocurriendo no es un accidente sino una estrategia bien urdida para consolidar el poder de los grandes grupos financieros y ocultar a la ciudadanía su responsabilidad criminal en el estallido de la crisis y en las consecuencias que trae consigo.

Estamos hablando de un auténtico crimen porque esa actuación (por activa cuando el Banco Central Europeo toma decisiones tan claramente beneficiosas solo para los bancos privados y por pasiva cuando no hace nada para evitar el daño) produce, como ya es mucho más que evidente, un sacrificio doloroso y cruel a las personas. Es un crimen económico de los que llamamos contra la Humanidad que se debe perseguir y castigarse de modo ejemplar.

Es imprescindible tipificarlos con rigor y crear los tribunales necesarios para que juzguen estos comportamientos evaluando el daño y precisando la responsabilidad concreta de quienes los llevan cabo, así como el grado de complicidad que se da en otras autoridades que asienten o que incluso reclaman que el BCE actúe de esta forma. Y por supuesto, es una exigencia democrática de primer orden que se desvele y difunda la naturaleza real del discurso que envuelve sus actuaciones, que se haga pedagogía y se muestre a la ciudadanía el engaño y la impostura con las que se reviste esta gigantesca operación de saqueo a los pueblos europeos, un crimen que ya se ha llevado a cabo con anterioridad en otras latitudes y cuyas consecuencias muy lesivas para los pueblos son, por tanto, perfectamente conocidas.

 
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