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viernes, 27 de junio de 2014

FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE



¿Es posible que la destrucción de la central nuclear de Fukushima fuera un ataque encubierto contra Japón meticulosamente planificado?
Fuente: Despertares

FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE

 Un ex-miembro de la NSA, Jim Stone, lleva tiempo denunciando con datos y hechos que la catástrofe de Fukushima fue un ataque llevado a cabo contra Japón por ofrecer uranio a Irán.
 
DESPERTARES
Esta denuncia nos deja atónitos.  Nos deja ver a las claras que la voluntad sionista en contubernio con sus socios incondicionales de marras.

Un nuevo atentado que se está convirtiendo en lesa humanidad, por las consecuencias del derrame y contaminación intercontinental de las aguas del mar, que nos obligará a corto plazo a suspender el consumo de sus frutos, generando una debacle alimenticia y económica, que a fin de cuentas es la meta de los gobiernos corruptos.
 
Juzguen ustedes. . .

Un ex analista de la NSA, Jim Stone, sostiene que no hubo ningún terremoto. El tsunami fue causado por las bombas nucleares en el mar, y la explosión de Fukushima y la fundición fue causada por mini-armas nucleares ocultados en cámaras instaladas por una empresa de seguridad israelí. El motivo: castigar a Japón por ofrecer enriquecer uranio a Irán y apartarse de las imposiciones de los Illuminati.
Cuando comparamos el terremoto de magnitud 6,8 del 17 de enero de 1995 en Japón, que devastó Kobe con Fukushima, las evidencias no están a la altura.
 
FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE
Una búsqueda rápida de imágenes de Google de Kobe revela la increíble destrucción de edificios, puentes, carreteras elevadas y otras infraestructuras. Un caos destructor indiferenciado.
 
El 11 de marzo de 2011, el terremoto de Fukushima de magnitud 9.0, golpeó a unos 70 km frente a las costas de Japón.
Envió un tsunami de 30 metros que se estrelló sobre casas en buen estado, carreteras y autos, y sobre una población que no había sido advertida de la llegada del tsunami y que fue tomada completamente por sorpresa. A pesar de que los helicópteros lo estaban esperando y gente de todo Japón llegó a ver el tsunami transmitido por TV en vivo.


¿Qué demonios estaba pasando? Normalmente, los japoneses son advertidos si un tsunami se aproxima. ¿Por qué no les advirtieron? ¿Por qué no hubo daños estructurales, ni ninguna razón que les haga sospechar de que un tsunami se avecinaba?

El terremoto les debe haber parecido como nada especial para una nación cuya gente está acostumbrados a los terremotos. En un video tomado en una sala de prensa de Tokio durante el terremoto de Fukushima, fueron vistos personas que seguían escribiendo en sus computadoras, totalmente imperturbadas ante ello.

Un terremoto de magnitud 9,0 es más de 100 veces más fuerte que uno de 6,8. Uno de 9.0 tendría que haber devastado todo dentro de un radio de 1.000 km. Debería haber una carnicería urbana generalizada, incluso peor que lo que había sufrido Kobe.

Sin embargo, el terremoto de Fukushima del 11/03/11 no causó el derrumbe de ninguna sola estructura.

Pero no tome mi palabra, busque el material de archivo de helicópteros en YouTube. Eche un vistazo a las infraestructuras cuando el tsunami se estrellaba. No hay el más mínimo daño. El sentido común es suficiente para hacer que se pregunte.

Jim Stone hizo más que asombrarse. Él desenterró y analizó los sismógrafos japoneses. Él demostró que no hubo ningún terremoto de magnitud 9.0 y ningún epicentro en el mar. En cambio, hubo tres terremotos simultáneos de mucho menor magnitud, todos ellos en el interior.

Las autoridades mintieron sobre el terremoto de 9,0 — lo hicieron subir de la nada. Un terremoto no provocó el tsunami. Debe haber habido otra causa.

FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE
 
Reactores destruidos por armas nucleares
Resulta que la explicación oficial de la explosión del reactor de Fukushima también era falso. Los muros de contención de la energía nuclear son extremadamente gruesos y fuertes. Las explosiones de hidrógeno no podrían nunca haberlos destruido. Como una referencia histórica, las explosiones de hidrógeno que ocurrieron en la isla Three Mile no causaron daño estructural, ni siquiera hirieron al personal de la planta.

Además, el Reactor número cuatro no contenía ningún combustible el 11/03/11 y por lo tanto estaba no operativo — sin embargo, estalló y fue destruido completamente como lo fueron los otros reactores ese día. El Reactor cuatro es como el edificio 7 del World Trade Center – una imposibilidad absoluta, una flagrante evidencia irrefutable. Un reactor que no contiene combustible no puede operar; un reactor no operacional no puede explotar a menos que alguien lo haga explotar. La destrucción del Reactor cuatro sólo puede haber sido el resultado de sabotaje.

La participación israelí
En febrero de 2010, Japón se ofreció a enriquecer uranio a Irán. Poco después, una empresa israelí con el nombre de Magna BSP que consiguió un contrato para administrar la seguridad en la planta de Fukushima Daiichi. Ellos instalaron cámaras de gran tamaño, muy parecido al tipo utilizado para arma nucleares de tipo cañón. Hay fuertes evidencias que ellos plantaron el Stuxnet, un virus informático israelí que ataca los sistemas de control de plantas de energía de Siemens, y que Israel lo ha utilizado anteriormente para dañar el programa nuclear de Irán. Magna BSP también estableció vínculos de datos en internet con los núcleos del reactor, en una flagrante violación de las regulaciones nucleares internacionales.

Todos los doce miembros del equipo de seguridad de la empresa Israelí regresaron a Israel en la semana antes del 11/03/11. A raíz de la catástrofe, los israelíes públicamente supervisión los núcleos de reactor a través de sus ilegales enlaces de datos de internet. Aún nadie les ha reprendió por esto.

FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE
Jim Stone apunta a revelar la verdad
¿Qué causó el tsunami? ¿Qué destruyó los reactores?
Utilizando las habilidades perfeccionadas de un ex analista de NSA con antecedentes de ingeniería, Jim Stone llegó a la conclusión de que Israel estaba detrás de la destrucción de Fukushima Daiichi. Ahora él está pagando el precio.

Stone demostró que no hubo ningún sismo de magnitud 9,0 que causará el tsunami. El tsunami debe haber sido artificialmente inducido, quizás por una bomba atómica en la fosa de Japón.

Se culpó al tsunami de inundar los reactores y causar las explosiones. Pero Stone presenta pruebas convincentes de que Israel destruyó la planta de Fukushima Daiichi al instalar armas de artillería nuclear de tipo cañón en la forma de cámaras de seguridad, y luego desencadenó en las consecuencias del tsunami.

Stone demuestra que el virus Stuxnet continuó distorsionando las lecturas del sensor en el lugar del desastre ese día.
FUKUSHIMA: TERREMOTO O SABOTAJE
A diferencia de muchos otros denunciantes en el mundo, Stone basa sus conclusiones en evidencia y lógica inexpugnable. Todos pueden revisar y cuestionar su trabajo. Él está abierto a eso.
Desde la publicación de su informe y apariciones en la radio, Jim Stone ha sido hostigado, amenazado, detenido ilegalmente y actualmente se enfrenta a prisión perpetua bajo falsos cargos.

He observado las reacciones de su trabajo en la red. Algunos lo han difamado. Otros han aplaudido su trabajo. Nadie lo ha desmentido aún. Sus conclusiones tienen ramificaciones que hacen al 11.9 palidecer en importancia.

¿Por qué, en todos los medios de comunicación, hay este silencio sospechoso sobre el trabajo de Jim Stone?
¿Por qué no hay más sitios veraces, que vinculen su informe, dirigiendo a la gente para que ellos revisen la evidencia y decidan por sí mismos?

Algunos han expresado sus sospechas de que Stone podría no ser lo que él pretende ser. Eso es irrelevante. Hechos son hechos. Y el informe se basa en hechos.

Conclusiones
Un terremoto de magnitud 9.0 pudo no ocurrir nunca en Japón el 3/11; el tsunami pudo haber sido artificialmente inducido. Tampoco las explosiones de hidrógeno destruyeron los muros de contención de hormigón y barras de refuerzo de varios metros de espesor. La historia oficial es imposible.

Israel estaba castigando a Japón, y los operarios sionistas ahora están tratando de destruir a Jim Stone, el hombre que expone la verdad.
Fuentes y más información: larealidadperdida, ellosviven, eldossier-x, astillasderealidad

sábado, 14 de junio de 2014

Unión Europea, órgano de dominación al servicio de Estados Unidos



Sabotaje al gasoducto South Stream

 
Bulgaria suspendió la construcción del gasoducto South Stream, que debía garantizar a la Unión Europea el abastecimiento de gas ruso a partir de 2015. La decisión búlgara, resultado de las presiones de Estados Unidos, perjudica en primer lugar… a la Unión Europea (Rusia ya tiene pactada la venta de su gas a China). A pesar de ello, la decisión del gobierno búlgaro tuvo el apoyo del presidente de la Comisión Europea, que así actúa en contra de los intereses que dice defender mientras que sirve los intereses de Washington.
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El gobierno búlgaro anunció el domingo [8 de junio de 2014] la interrupción de los trabajos de construcción de South Stream, el gasoducto que debía transportar gas ruso hacia los países de la Unión Europea sin pasar por Ucrania. «He ordenado detener los trabajos. Decidiremos sobre esa situación después de las consultas que realizaremos con Bruselas», declaró el primer ministro búlgaro Plamen Oresharski. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, había anunciado en los últimos días la apertura de un procedimiento de la Unión Europea contra Bulgaria por supuestas irregularidades en el proceso de licitación de South Stream.
 
Sólo 3 días antes, el 5 de junio, la dirección del Partido Socialista Búlgaro, que respalda el gobierno de Oresharski, daba por seguro que el tramo búlgaro de South Stream se construiría a pesar de que Bruselas pedía que se detuviera el proyecto. «Para nosotros es de importancia vital», subrayaba el vicepresidente de la comisión parlamentaria a cargo de la energía. Y el vicepresidente de la Cámara de los Constructores declaraba que «South Stream es una bocanada de oxígeno para las empresas búlgaras».

Entonces, ¿qué pasó? El proyecto South Stream nace en noviembre de 2006 (bajo el segundo gobierno del entonces primer ministro italiano Romano Prodi) cuando la empresa rusa Gazprom y la italiana ENI firman un acuerdo de asociación estratégica. En junio de 2007, el ministro italiano de Desarrollo Económico Pierluigi Bersani firma con el ministro ruso de Industria y Energía el memorándum de entendimiento para la realización de South Stream.

Según el proyecto, el gasoducto se compone de un tramo submarino de 930 kilómetros a través del Mar Negro (en aguas territoriales rusas, búlgaras y turcas) y de un tramo terrestre a través de Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia hasta Tarvisio, en la provincia italiana de Udine. Entre 2008 y 2011 se concluyen todos los acuerdos intergubernamentales con los países por cuyos territorios debe transitar South Stream. En 2012, entran también en el grupo de accionistas que financia la realización del tramo submarino la empresa alemana Wintershall y la francesa EDF, cada una con un 15% de las acciones, mientras que la italiana ENI (que cedió un 30%) conserva un 20% de las acciones y Gazprom posee un 50%. La construcción del gasoducto comienza en diciembre de 2012, con vista a iniciar la entrega de gas en 2015. En marzo de 2014, la empresa Saipem (ENI) obtiene un contrato de 2 000 millones de euros para la construcción de la primera línea del tramo submarino.

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Los senadores estadounidenses Ron Johnson, John McCain y Chris Murphy, viajaron a Bulgaria para exigirle al primer ministro Plamen Oresharski que detuviera la construcción del gasoducto South Stream. Al ceder a las presiones de Washington, el gobierno de Bulgaria viola las obligaciones contraídas por la parte búlgara mediante la firma de un contrato internacional.
Mientras tanto, estalla la crisis ucraniana y Estados Unidos presiona a sus aliados europeos para que reduzcan sus importaciones de gas y petróleo rusos, que constituyen alrededor de la tercera parte de las importaciones energéticas de la Unión Europea. Objetivo número 1 de Estados Unidos, como escribíamos el 26 de marzo [1]: impedir la construcción de South Stream. Para lograrlo, Washington ejerce crecientes presiones sobre el gobierno búlgaro. Comienza criticándolo por haber confiado la construcción del tramo búlgaro del gasoducto a un consorcio que incluye la empresa rusa Stroytransgaz, sujeta a sanciones estadounidenses. En tono de chantaje, la embajadora de Estados Unidos en Sofía, Marcie Ríe, declara:
«Advertimos a los hombres de negocios búlgaros que eviten trabajar con empresas sujetas a sanciones decretadas por Estados Unidos.»
El momento decisivo llegó el pasado domingo, en Sofía, cuando el senador estadounidense John McCain, acompañado de sus homólogos Chris Murphy y Ron Johnson, se reunió con el primer ministro búlgaro para transmitirle las órdenes de Washington. Inmediatamente después de ese encuentro, el primer ministro Plamen Oresharski anuncia la interrupción de los trabajos de South Stream.

Se trata de un caso perfectamente emblemático. Un proyecto de gran importancia económica para la Unión Europea se ve saboteado no sólo por Washington sino también por Bruselas e incluso por el propio presidente de la Comisión Europea.

Sería interesante saber qué piensa de eso el gobierno de Matteo Renzi, teniendo en cuenta que Italia –como advirtió el número 1 de ENI, Paolo Scaroni– perdería varios contratos por miles de millones de euros si llegase a enterrarse el proyecto South Stream.

jueves, 12 de junio de 2014

Puertorriqueños lanzan una campaña para unirse a España y distanciarse de EE.UU.

 

 
Un grupo de ciudadanos puertorriqueños ha puesto en marcha una campaña para reclamar que la isla caribeña rompa los vínculos políticos que mantiene con EE.UU. y se una de nuevo a España.
"Queremos volver a ser españoles; ser la comunidad autónoma número 18 de un país que nunca quisimos abandonar", afirmó a la agencia Efe José Nieves, fundador del grupo Reunificación Puerto Rico con España
, que busca convertir la isla caribeña en una comunidad autónoma española más.

Queremos volver a ser españoles; ser la comunidad autónoma número 18 de un país que nunca quisimos abandonar

Nieves, criminólogo de 42 años, planea ponerse en contacto con el consulado español y en última instancia con el Gobierno de España. El grupo pretende además llevar el caso al Tribunal de La Haya y solicitar que se anule el Tratado de París de 1898 por el que España cedió Puerto Rico, Filipinas y Guam a EE.UU., señala el portal Fox News Latino.

"Los estadounidenses han tergiversado siempre la historia para que creamos que fue 
España
 la que no nos quiso" y cada vez son menos los que saben que hasta la invasión de 1898, los puertorriqueños eran ciudadanos españoles con derecho a voto, explicó Nieves, que, como tantas otras personas de la isla, tiene ascendentes canarios y catalanes.

Asimismo, recordó que Puerto Rico fue durante más de cuatro siglos una colonia de España y que en 1897 contó con una Carta Autonómica que le daba soberanía como provincia española de ultramar.

Los estadounidenses han tergiversado siempre la historia para que creamos que fue España la que no nos quiso

"Al contrario de lo que se nos decía en las escuelas, los puertorriqueños recibimos a tiros a las tropas EE.UU., no con flores", lamentó Nieves, que insiste en que el objetivo del movimiento es "hacer justicia histórica" y "revertir el abuso cometido por el Gobierno de EE.UU. en 1898 al separarnos en contra de nuestra voluntad de la madre patria".

La iniciativa está ganando popularidad, según el creador de Reunificación de Puerto Rico con España. El movimiento tiene una cuenta en 
Facebook y ha creado un vídeo promocional con el himno español de fondo que incluye frases como "Puerto Rico jamás se independizó de ti", "¡puertorriqueños, es hora de volver a casa!", o "viva España".

"Creemos que seríamos aceptados por el pueblo español. Hasta el momento, el 95 % del 'feedback' que hemos tenido desde allí es positivo y de apoyo", aseguró Nieves a Efe.
 
Fuente: RT

lunes, 26 de mayo de 2014

BANKIA: cómo se organizó el robo (II)

Estados Unidos presionó al Ejecutivo de Rajoy para que interviniera Bankia en 2012

Fuente: ElPais       
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(...)

Estados Unidos presionó al presidente Mariano Rajoy en 2012 para que atajara la quiebra de Bankia, esa ‘patata caliente’ que nadie se atrevía a intervenir y que el propio presidente del Gobierno considera “estuvo a punto de tumbar a España”. Cuando se cumplen dos años del rescate, el diario El País saca a relucir detalles hasta ahora inéditos.

(...)
Durante esos días de tensión, el teléfono del ministro de Economía Luis de Guindos no dejó de sonar. El propio secretario del Tesoro, Timothy Geithner, le telefoneó hasta en cinco ocasiones, según fuentes cercanas al Gobierno, para reclamarle una urgente solución. “Pide el dinero que sea necesario. El Fondo Monetario Internacional te lo va a conceder, pero es necesario solucionar ya el problema de Bankia”, parece que declaró el político norteamericano.

Otros países también presionaron al ministro en las reuniones del G-20, del Eurogrupo y desde el BCE. Personas que estuvieron en la operación de Bankia y que piden el anonimato admiten que “la solución de Bankia se retrasó varios meses más de lo aconsejable, lo que encareció la solución”.

Al final, tras la intervención Europa tomó el control de la economía y forzó la constitución de un banco malo y el uso del dinero de los contribuyentes para soportar los agujeros de capital de las antiguas cajas, algo que negó Rajoy antes de llegar a La Moncloa.

lunes, 19 de mayo de 2014

Impiden hablar a la gerente del FMI por "promover políticas que dañan a los pobres"

Fuente: RT
 
El Fondo Monetario Internacional ha promovido políticas que "causaron daño a los pobres" y apuntalaron "los sistemas imperialistas y patriarcales que fomentan la opresión y abuso de mujeres por todo el mundo".
       
Así reza una petición que recolectó centenares de firmas en uno de los centros educativos del histórico núcleo de la enseñanza universitaria en Estados Unidos: Massachusetts. Las estudiantes del Colegio Smith emprendieron esta iniciativa con el fin de impedir que la gerente del FMI, Christine Lagarde, diera el discurso en su ceremonia de graduación. Y lo consiguieron: la petición la obligó a renunciar e incluso desistió de acudir al evento.

La protesta coincidió con los planes del FMI de 
endeudar a Ucrania (donde gobierna un régimen de dudosa legitimidad) con un préstamo de 17.000 millones de dólares, que el país probablemente jamás será capaz de devolver. Pero las prácticas de la denominada 'ayuda' del Fondo a los países con problemas económicos, las medidas de austeridad y otras condiciones que se les imponen a cambio son tan comunes que a los universitarios no les hizo falta mencionar a los países cuyos intereses defendían.

Los autores del libro '
The Body Economic', David Stuckler y Sanjay Basu, sostienen que la austeridad que el Fondo impone a los gobiernos del mundo no es sólo una política económica inconveniente, es que literalmente mata a la gente. La correlación entre la estadística de suicidios, brotes de enfermedades infecciosas, casos de depresión, por un lado, y la aplicación de los programas de austeridad, por el otro, es directa e inmediata en todos los países donde se aplican por imposición del FMI. Cada crédito cuesta al país que lo recibe decenas de miles de vidas, revela el estudio.

A qué precio para el colegio han satisfecho sus ambiciones los estudiantes, preguntó la indignada presidenta del colegio Smith, Kathleen McCartney, a los activistas, que, en su opinión, actuaron contra la diversidad de opiniones. Pero el bloguero estadounidense 
Eric Stoner sugiere plantear otra pregunta, que le parece mucho más actual: "¿A quién se ha logrado salvar al impedir a Lagarde dar su discurso ante el colegio?".

sábado, 17 de mayo de 2014

Human Rights Watch, vinculada a la CIA

Pérez Esquivel y Maguire alertan a Human Rights Watch de los vínculos con Washington y la CIA

Pérez Esquivel
Fuente: Lacelosia
14-05-2014
 
 
Los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Mairead Maguire, así como un centenar de académicos estadunidenses y canadienses, pidieron este lunes a Human Rights Watch (HRW) que tome medidas concretas para afianzar la independencia de la organización, dado que sus principales directivos tienen ligas con el Partido Demócrata, el gobierno de Estados Unidos y hasta con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), como es el caso de Miguel Díaz, quien ahora es funcionario del Departamento de Estado. HRW denunció recientemente que Venezuela no estaba respetando los derechos humanos en las manifestaciones estudiantiles.
 
Pérez Esquivel y Maguire, respaldados también por ex funcionarios de la Organización de Naciones Unidas, enviaron ayer una carta al actual director de HRW, Kenneth Roth, en la que señalan que las relaciones cercanas con el gobierno de Estados Unidos generan conflictos de intereses a la agrupación con sede en Nueva York.
 
El primer paso que debe dar HRW, se sugiere en la misiva, es cerrar lapuerta giratoria a aquellos que han sido funcionarios públicos en la diplomacia estadunidense y luego pasan al equipo de la organización y a sus cuerpos de asesoría o dirección.
En la carta se menciona que Miguel Díaz, quien fue analista de la CIA en la década de los 90, ocupó una silla en el consejo de asesores de HRW de 2003 a 2011 y en la actualidad, como funcionario del Departamento de Estado, es el interlocutor entre la comunidad de inteligencia y analistas no gubernamentales.
 
Otros tres miembros de HRW que tienen vínculos con el gobierno son Tom Malinowki, Miles Frechette y Michael Shifter. A su vez, Susan Manilow se ha declarado altamente involucrada en actividades del Partido Demócrata.
 
 
[Nonius451: llegan tarde estos señores que previenen de los vínculos de HRW con la CIA, y se quedan cortos, pero bienvenido sea su manifiesto. El documento original menciona que el multimillonario George Soros es uno de sus mayores apoyos financieros como si fuera un hecho inocente y este señor no contara ya con una agenda de manipulación establecida. Además HRW está ya hace años totalmente infiltrada, por cierto, igual que Amnistía Internacional.]

domingo, 11 de mayo de 2014

Michelle Obama, indignada por el secuestro de las jóvenes nigerianas

El presidente cede el micrófono a su esposa en el discurso radiofónico semanal. "Barack y yo vemos a nuestras hijas en esas jóvenes", afirmó la primera dama en el Día de la Madre en Estados Unidos.
Bla, bla, bla...
 
 
 
 

viernes, 25 de abril de 2014

Hacia el fin de la propaganda estadounidense

 

La propaganda del Imperio anglosajón nos ha hecho creer que Estados Unidos es «el país de la libertad» y que sus guerras no tienen otro objetivo que la defensa de sus ideales. Pero la crisis ucraniana acaba de modificar las reglas del juego: Washington y sus aliados han perdido el monopolio de la palabra. El gobierno y los medios de prensa de otro gran Estado, Rusia, están rebatiendo abiertamente las mentiras que desde hace un siglo sirvieron de basamento al Imperio anglosajón. En estos tiempos de satélites y de internet, la propaganda anglosajona ya no funciona.  
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Barack Obama sabe hablar. La realidad es que el presidente no escribe sus discursos. Sólo lee los discursos que otros escriben para él… mientras que otros gobiernan por él.
Los gobernantes siempre tratan de convencer de que están haciendo lo correcto porque las multitudes no siguen a alguien a sabiendas de que no tiene la razón. El siglo XX se caracterizó por el surgimiento de nuevos métodos de propagación de ideas que nada tienen que ver con la verdad. Los occidentales afirman que la propaganda moderna comenzó con el ministro nazi Joseph Goebbels. Así tratan de hacer olvidar que el arte de falsear la percepción de las cosas fue desarrollado desde mucho antes por los anglosajones.
 
En 1916, el Reino Unido creó en Londres la Wellington House y más tarde la Crewe House. Simultáneamente, los estadounidenses creaban el Comittee on Public Information (CPI). Partiendo del principio que la Primera Guerra Mundial era un enfrentamiento de masas y no de ejércitos, aquellos organismos trataron de intoxicar a sus propios pueblos, al igual que a los de sus aliados y sus enemigos.

La propaganda moderna comienza con la publicación en Londres del informe Bryce sobre los crímenes de guerra de Alemania, documento que fue traducido a 30 idiomas. Según el informe Bryce, el ejército alemán había violado a miles de mujeres en Bélgica, así que los británicos estaban luchando contra la barbarie. Al terminar la Primera Guerra Mundial se descubrió que todo el informe era una mentira enteramente fabricada con testimonios falsos y con ayuda de varios periodistas.

Mientras tanto, en Estados Unidos George Creel inventó una historia que presentaba la Guerra Mundial como una cruzada de las democracias por una paz que concretaría los derechos de la humanidad.

Los historiadores han demostrado que la Primera Guerra Mundial tuvo causas tan inmediatas como profundas, siendo la más importante de ellas la rivalidad entre las grandes potencias que competían entre sí por extender sus imperios coloniales.

Los burós de propaganda de Estados Unidos y Reino Unido eran organismos secretos que trabajaban para el Estado. Se diferenciaban de la propaganda leninista, que ambicionaba «revelar la verdad» a las masas ignorantes, en que los anglosajones trataban de engañarlas y manipularlas. Y para lograrlo, los organismos estatales anglosajones tenían que actuar a escondidas y usurpando falsas identidades.

Después de la desaparición de la Unión Soviética, Estados Unidos dio menos importancia a la propaganda y optó por la Relaciones Públicas. El objetivo ya no era mentir sino llevar a los periodistas de la mano para que vieran únicamente lo que se les mostraba. Durante la guerra de Kosovo, la OTAN recurrió a Alastair Campbell, un consejero del primer ministro británico, para contarle diariamente a la prensa una historia diferente. Mientras los periodistas se entretenían en reportar las historias de Campbell, la alianza atlántica podía bombardear «en paz». El objetivo no era tanto mentir sino más bien desviar la atención.

Pero lo que se ha dado en llamar story telling [en español, “contar historias”] cobró gran fuerza con el 11 de septiembre de 2001. El objetivo era concentrar la atención del público sobre los atentados de Nueva York y Washington para que no viera el golpe de Estado militar que se produjo aquel mismo día: traspaso de los poderes ejecutivos del presidente George W. Bush a una entidad militar secreta y detención camuflada de todos los miembros del Congreso estadounidense. Aquella operación de intoxicación fue obra de Benjamin Rhodes, actual consejero del hoy presidente Barack Obama.

Durante los siguientes años la Casa Blanca creó un sistema de intoxicación con sus principales aliados (Reino Unido, Canadá, Australia y, claro está, Israel). Esos 4 gobiernos recibían diariamente instrucciones, incluso discursos completamente redactados, enviados por el Buró de Medios Globales para justificar la guerra contra Irak y calumniar a Irán [1].

Desde 1989, Washington se apoyaba en la CNN para divulgar rápidamente sus mentiras. Con el tiempo, Estados Unidos fue creando un cártel de cadenas informativas de televisión vía satélite (Al-Arabiya, Al-Jazeera, BBC, CNN, France24, Sky). En 2011, durante los bombardeos de la OTAN contra Trípoli, la OTAN logró convencer bruscamente a los libios de que habían perdido la guerra y que era inútil proseguir la resistencia.

Sin embargo, en 2012, la OTAN no logró reeditar la maniobra para convencer a los sirios de que el derrocamiento de su gobierno era inevitable. La repetición de aquella maniobra falló porque los sirios habían tenido conocimiento de lo sucedido en Libia, donde las cadenas de televisión internacionales habían manipulado la situación. Sabiendo aquello, el Estado sirio tuvo tiempo de prepararse para contrarrestar la manipulación que se había preparado [2]. Este fracaso marcó el fin de la hegemonía del cártel de «la información».

La actual crisis entre Washington y Moscú sobre la situación en Ucrania ha obligado a la administración Obama a revisar su sistema. Ya Washington no es el único que logra hacerse oír sino que tiene que tratar de rebatir los argumentos del gobierno y los medios de prensa rusos, accesibles en todas partes del mundo a través de transmisiones satelitales y de internet. El secretario de Estado John Kerry ha tenido que nombrar un nuevo secretario adjunto a cargo de la propaganda: el ex redactor jefe de Time Magazine, Richard Stengel [3]. En realidad, Stengel ya estaba en funciones antes del 15 de abril de 2014, fecha en que prestó juramento para el cargo. Pero el 15 de marzo ya había enviado a los principales medios de la prensa atlantistas una «Hoja Informativa» sobre las «10 falsedades» de Vladimir Putin sobre Ucrania [4]. Lo mismo había hecho el 13 de abril, distribuyendo un segundo documento con «otras 10 falsedades» [5].

Lo primero que salta a la vista al leer ese texto es la necedad que lo caracteriza. El texto apunta a validar la historia oficial sobre una revolución en Kiev y a desacreditar el discurso ruso sobre la presencia de nazis en el nuevo gobierno ucraniano, cuando ya se sabe que en Kiev no hubo una revolución sino un golpe de Estado fomentado por la OTAN y ejecutado por Polonia e Israel con una mezcla de recetas para «revoluciones de colores» y «primaveras árabes» [6].

Los periodistas que recibieron las «hoja informativas» del gobierno de Estados Unidos y que se hicieron eco de su contenido también conocen perfectamente el contenido de la conversación telefónica de la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland sobre cómo Washington iba a cambiar el régimen en Ucrania –en detrimento de la Unión Europea– y la del ministro estoniano de Relaciones Exteriores Urmas Paets sobre la verdadera identidad de los francotiradores de la plaza Maidan. Y también habían tenido conocimiento anteriormente de las revelaciones del semanario polaco Nie sobre el entrenamiento de los cabecillas nazis en la Academia de Policía de Polonia, 2 meses antes de los hechos de la plaza Maidan. En cuanto a negar la presencia de nazis en el nuevo gobierno ucraniano, es como decir que el sol sale de noche. No hace falta ir a Kiev para comprobarlo, basta con leer los escritos de los actuales ministros y escuchar sus declaraciones [7].

A fin de cuentas, si bien todos los argumentos que Washington se toma el trabajo de enviar por escrito a las redacciones permiten crear la ilusión de que existe un consenso de la gran prensa atlantista, el hecho es que no tienen la menor posibilidad de llegar a convencer a los ciudadanos mínimamente curiosos. Por el contrario, es tan fácil descubrir el engaño navegando un poco por internet que ese tipo de manipulación no logrará otra cosa que reducir aún más la credibilidad de Washington.

El 11 de septiembre de 2001, el unanimismo de la prensa atlantista permitió convencer a la opinión pública internacional. Pero el trabajo que numerosos periodistas y ciudadanos –entre los que tengo el honor de contarme– han venido realizando desde entonces ha demostrado la imposibilidad material de lo que se afirma en la versión oficial. Trece años después de los hechos, cientos de millones de personas han tomado conciencia de aquellas mentiras. Y serán cada vez más numerosas… gracias al nuevo dispositivo estadounidense de propaganda. El resultado final es que quienes se hacen eco de la propaganda de la Casa Blanca, principalmente los gobiernos y los medios de prensa de la OTAN, están destruyendo su propia credibilidad.

Barack Obama y Benjamin Rhodes, John Kerry y Richard Stengel trabajan solamente para el corto plazo. Su propaganda sólo convence a los pueblos por espacio de algunas semanas. Pero los indignan cuando descubren la manipulación. Estos personajes están socavando involuntariamente la credibilidad de las instituciones de los Estados de la OTAN que se hacen eco de su propaganda conscientemente. Han olvidado que la propaganda del siglo XX funcionaba únicamente porque el mundo estaba dividido en dos bloques que no comunicaban entre sí y que el monolitismo al que hoy aspiran es incompatible con los nuevos medios de comunicación.

Aunque no ha terminado todavía, la crisis de Ucrania ya ha cambiado profundamente el mundo. Al contradecir públicamente al presidente de Estados Unidos, Vladimir Putin ha dado un paso que en lo adelanto impide el éxito de la propaganda estadounidense.

[1] «Un réseau militaire d’intoxication», Réseau Voltaire, 8 de diciembre de 2003.
[2] «La OTAN prepara la mayor operación de intoxicación de la Historia», por Thierry Meyssan, Komsomolskaya Pravda, Red Voltaire, 12 de junio de 2012.
[3] «El redactor jefe de Time Magazine, nombrado nuevo jefe de la propaganda estadounidense», Red Voltaire, 16 de abril de 2014.
[4] «Hoja Informativa del Departamento de Estado: 10 falsedades que Rusia alega sobre Ucrania», Red Voltaire, 5 de marzo de 2014.
[5] «Hoja del Departamento de Estado sobre alegaciones de Rusia contra Ucrania», Red Voltaire, 13 de abril de 2014.
[6] «Ucrania: Polonia entrenó a los gopistas 2 meses antes de Maidan», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 18 de abril de 2014.
[7] «¿Quiénes son los nazis en el gobierno ucraniano?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de marzo de 2014.

 

viernes, 11 de abril de 2014

Sobre Ucrania, Rusia, EEUU, la quiebra del dólar y la guerra nuclear

 
 
"Atestiguamos un juego geopolítico enorme en el cual el objetivo es la destrucción de Rusia como opositor geopolítico de los EE.UU o de la oligarquía financiera global… La realización de este proyecto está de acuerdo con el concepto de la dominación global que está siendo realizada por los EE.UU”.
 
Vladimir Yakunin, ex-diplomático ruso
 
La «crisis ucraniana» representa un nuevo episodio de la lucha entre Occidente y el Este por el poder mundial financiero. Occidente se ha lanzado al ataque contra el consorcio energético ruso "Gazprom". El primer ataque -velado- tuvo como  víctima a Chipre, y el segundo fue dirigido contra Siria.
 
Occidente ha llevado a Ucrania a una situación sin salida. El gobierno de los EEUU sabe que no es posible permitir transformaciones en Ucrania, punto central de tránsito de las líneas energéticas en la zona comercial eurasiática que rápidamente se está desarrollando. Es necesario parar este crecimiento porque excluye en parte considerable a los Estados Unidos y la Gran Bretaña.
 
Como decimos, el primer ataque, de forma velada, fue en Chipre. Rusia usaba Chipre como centro de coordinación para la compra de reservas de oro.
 
La siguiente víctima del ataque dirigido contra "Gazprom", fue Siria. Los oleoductos iraníes debían extenderse a los puertos sirios. La guerra lo ha retrasado hasta ahora.
 
Ahora vemos el tercer ataque a "Gazprom". Los EEUU y Europa creen que si controlan las válvulas sobre los tubos de gas, pueden controlar los flujos del gas vía Ucrania, que van a Rumanía, Polonia y Hungría.
 
Las acciones de los EEUU en Ucrania son «el acta de una desesperación». Sin embargo, la administración americana no controla las variables y esto le lleva a tener una  conducta en la escena política trágicocomica.
 
En estos momentos, los Estados Unidos son los realmente amenazados de aislamiento. Cuando hace unos días hemos oído al secretario de Estado Kerry amenazar a Rusia con la expulsión del G8, lo decía como si este paso llevara al aislamiento de Rusia. Pero el G8 es un entramado que ha quedado obsoleto frente al G20, que moverá en adelante China, y no los EEUU con Gran Bretaña. En el encuentro reciente del G20 en Australia, los chinos han declarado que América vive de "la tipografía", simplemente imprimiendo dinero y sin tener en cuenta los ingresos. La economía americana es solo una falsificación. Así piensa Pekín.
 
El problema terrible para Occidente sobrevendría con el hecho de que el petróleo y el gas natural excluyesen al dólar como moneda oficiosa obligatoria en su compraventa. Es posible que muy pronto Rusia exija el pago en rublos o en oro. La exigencia de realizar estos inmensos pagos en rublos "acabaría" inmediatamente con Wall Street y Londres. Rusia, respondiendo a la presión de los EEUU, destruirá el dólar petrolero. Los sistemas bancarios comenzarán a negarse por todo el mundo a las obligaciones americanas del tesoro.
 
Los rusos y los chinos ahora tienen muchísimo oro. Y pueden permitirse tener «una divisa real». Es posible que, de hecho, convenga volver al patrón oro y echar al basurero al dólar con todos sus sucedáneos en forma de los valores. Como creen algunos especialistas, el dólar amenaza con una caída del 80 % de su valor durante los tres próximos años.
 
La élite financiera nos lleva camino de la guerra
 
Después de una inestabilidad de 13 años que ha envuelto al  Asia Central y Oriente Medio en la anarquía y la ruina, el aparato militar estadounidense ha centrado finalmente su objetivo en una pequeña península del sudeste de Ucrania que sirve de base de operaciones para la Flota del Mar Negro rusa. Crimea es la puerta a través de la cual Washington debe pasar si tiene la intención de ampliar sus bases de operaciones en todas partes de Eurasia, tener el control de pasos vitales y recursos, y establecerse como el actor más poderoso en los ámbitos militar y económico en el nuevo siglo. Lamentablemente para Washington, Moscú no tiene intención de retirarse de Crimea o abandonar el control de su puesto militar avanzado en Sebastopol.
 
Según cómo Washington se comporte en este nuevo conflicto, nos dirá si los autores de la guerra contra el Terror –broma pesada del departamento de relaciones públicas norteamericano, que ha ocultado sus verdaderos objetivos: destripar las libertades civiles y montar un gobierno mundial– iba realmente en serio acerca de su visión del Nuevo Orden Mundial –NWO, en sus siglas en ingés- o si era simplemente un juego colectivo de directores ejecutivos corporativos y aburridos banqueros con demasiado tiempo libre. En Crimea, el Imperio está frente a un verdadero adversario, no un grupo dispar de agitados yihadistas en chanclas. Enfrente está el ejército ruso; saben cómo defenderse y están preparados para hacerlo. Esto pone la pelota en el tejado de Obama. Él y su chiflado equipo de consejeros son los que tienen que decidir hasta donde quieren llevar esto. ¿Quieren intensificar la retórica y las sanciones hasta que se les responda, o recogerán sus equipajes y se alejarán antes de que las cosas se descontrolen? ¿Quieren arriesgar todo esto sobre una interpretación temeraria de los datos o tienen un Plan B? Esta es la pregunta.
 
Decidan lo que decidan los políticos estadounidenses, deben tener clara una sola cosa, Moscú no retrocederá. Su espalda está ya contra la pared. Además, saben que un lunático anda suelto con un cuchillo, y están listos para hacer lo que sea necesario para proteger a su gente. Si Washington decide cruzar esa línea y provocar una guerra, entonces deberían preocuparse. Es tan simple como esto.
 
El halcón John McCain cree que Obama debería quitarse los guantes y mostrar a Putin que es el jefe. En una entrevista con Time McCain dijo que “Esto es un partido del ajedrez nostálgico de la Guerra Fría y tenemos que actuar en consecuencia… tenemos que tomar ciertas medidas que convencerían a Putin de que hay un muy alto costo en las acciones que toma”.
 
¿“El alto costo” dice McCain, pero alto costo para quién?
 
Lo que McCain no puede ocultar es que esto no es Afganistán y Obama no está en un partido que escupe como la marioneta Karzai. Las sanciones contra Moscú tendrán consecuencias significativas, que podrían causar un verdadero daño a los intereses estadounidenses. Hagamos mención a que el “proyecto petrolero no estadounidense más grande de ExxonMobil, es una colaboración con la Rosneft rusa en el Ártico, donde tiene mil millones de dólares de inversiones en juego”. ¿Y si Putin decide que ya no entra dentro de los intereses de Moscú cumplir contratos que se hicieron con corporaciones estadounidenses? ¿Cuál creen que será la reacción de los accionistas ante esas noticias? Y esto es sólo un ejemplo. Hay muchos más.
 
Cualquier confrontación con Rusia causará ataques asimétricos contra el dólar, el mercado de bonos e interrupciones en el comercio entre naciones de la energía. Tal vez los EE.UU podrían derrotar fuerzas rusas en Crimea. Tal vez podrían hundir la flota y derrotar a las tropas, pero habría un precio muy  alto que pagar y nadie estaría contento con el resultado.
 
Sergei Glazyev, el más duro de los consejeros de Putin, dibujó la estrategia de venganza: Dejar caer el dólar, vender todos los bonos del Tesoro estadounidense, animar a las compañías rusas a no pagar sus deudas en dólares y crear un sistema monetario alternativo con el BRICS y los países productores de petróleo como Venezuela e Irán …
 
El presidente de Rosneft, Igor Sechin, sugirió que era “aconsejable crear una bolsa internacional para los países participantes, donde las transacciones se podrían registrar con el uso de divisas regionales”.
 
Mientras que los EE.UU siguen abusando de su poder, estos cambios se hacen cada vez más necesarios. Los gobiernos extranjeros deben formar nuevas alianzas a fin de abandonar el sistema presente – el “sistema del dólar” - y establecer una mayor paridad entre estados, los mismos estados nacionales que Washington destruye uno tras otro para establecer su visión morbosa de la utopía corporativa global. La única manera de hacer descarrilar ese proyecto es exponiendo la debilidad deslumbrante del propio sistema, que es el uso de un dinero internacional que se apoya en 15 billones de $ de deuda pública, 4 billones de $ en deuda del Sistema de Reserva Federal y billones más en obligaciones federales impagadas y no pagaderas. Independientemente de los pasos de Moscú para abortar el sistema actual y sustituir el dinero de reserva del mundo por el dinero que representa un valor justo,  éstas iniciativas se deberían aplaudir. El comportamiento imprudente y homicida de Washington alrededor del mundo lo hace particularmente inadecuado como administrador de facto del sistema financiero global, que permite que los EE.UU jueguen a ser el banquero del resto del mundo. El dólar es el fundamento sobre cual descansan los tres pilares de la fuerza imperial; político, económico y militar. Quitemos ese cimiento y el edificio entero caerá a tierra. EEUU ha abusado de ese poder, matando y mutilando a millones de personas a través del planeta; el mundo necesita una transición a otro mundo, que tenga en cuenta el modo más benigno de llevar adelante las transacciones comerciales, preferentemente con un dinero que no esté manchado  por la sangre y la miseria de víctimas inocentes. Paul Volcker resumió los sentimientos de muchos críticos del dólar en 2010 cuando dijo:
 
La creciente opinión de la mayor parte del mundo es que hemos perdido tanto la fuerza económica relativa como, lo que es más importante, hemos perdido un modelo de gobierno acertado y coherente para ser emulado por el resto del mundo. En cambio, somos tolerantes con mercados financieros rotos, nuestra economía va hacia el subdesarrollo y tenemos un clima político díscolo”.
 
América irreparablemente se rompe y Washington será un pantano moral. El mundo necesita un cambio de régimen; nuevos líderes, nueva dirección y un sistema diferente.
 
Por todo ello, se percibe cada vez más que Ucrania se sitúa en la batalla emergente para dominar los lugares de paso de la energía que unen las reservas de gas natural y petróleo del Caspio a los mercados europeos. El choque ha surgido ya sobre la construcción de los oleoductos. Si Ucrania proporcionará itinerarios alternativos que ayuden a diversificar el acceso a las fuentes energéticas, como Occidente preferiría, o si se encuentra obligada a desempeñar el papel de una filial rusa’, es lo que está por ver.
 
Los gigantes de petróleo occidentales han estado fastidiando la partida a Putin durante más de una década pero éste les da jaque mate a cada instante. Un astuto oficial del KGB ha resultado ser mejor hombre de negocios que cualquiera de sus competidores, esencialmente enfrentándose  en su propio terreno, usando el libre mercado para ampliar su red de conductos a través de Asia Central y Europa.
 
Por eso es evidente que el amotinamiento violento en Kiev fue provocado por la frustración ante el rechazo de Yanukovych al acuerdo con la UE, (a favor de la oferta repentina de Putin de una factura de gas 30% más barata y una dotación de ayuda de 15 mil millones de $). En otras palabras, Yanukovych rechazó la oferta que la UE y Washington ofrecían de una forma casi violenta y se fueron a un acuerdo más dulce con Rusia.
 
De este modo: ¿Es esto la primera vez que hemos oído que un analista respetado diga que el petróleo está detrás del amotinamiento, el golpe y la confrontación con Moscú?: La escasez del recurso, la lucha para dominar los pasillos de energía euroasiáticos, están detrás del militarismo ruso y la interferencia estadounidense… Ucrania se agarra desdichada en medio de esta lucha para dominar los pasillos de la energía de Eurasia.
 
El cerebro de NWO, Zbigniew Brzezinski, caracterizó el conflicto con Rusia en términos de acortamiento “del acceso occidental al Mar Caspio y Asia Central”. Por algunos motivos desconocidos, las grandes corporaciones del petróleo de América piensan que los recursos que están bajo el suelo ruso les pertenecen a ellos. La pregunta es si sus agentes empujarán a Obama a poner a tropas americanas en peligro para hacer realidad esa reclamación. Si lo hacen, iremos a la guerra. Y algunos ya sabemos cuál es nuestro bando.

miércoles, 2 de abril de 2014

Nuestros enemigos los hermanos Koch

Los hermanos que financian (en silencio) la batalla mundial contra 'Papá Estado'

 

A simple vista, las movilizaciones de Americans for Prosperity no tienen nada de especial. Decenas de miles de voces protestando simultáneamente en varias ciudades de Estados Unidos, en manifestaciones que siguen las clásicas tácticas de los movimientos de masas: grupos organizados que corean proclamas, megáfono en mano, frente a los centros de poder político. Es su contenido, sus reclamaciones, lo que resulta radicalmente distinto.
 
Sus pancartas exigen cosas como “triturar el gasto público”, “acabar con la tiranía de las escuelas (públicas)”, “liberarse de las pensiones y los subsidios” y dejar de “regalar comida con nuestros impuestos”. Una enorme sábana de papel asegura que “Los subsidios son pecado. Jesucristo dijo: cada hombre sólo depende de sí mismo”. Y en el ambiente se corean eslóganes como “Fuera las manos de Obama de la sanidad americana”, “De mis impuestos que no vivan los holgazanes”, “Recaudar es robar” o “Destapemos la mentira del cambio climático”.
 
Aunque su mensaje se presente a menudo edulcorado, o fusionado, con el conservadurismo religioso, la apuesta es libertaria. Argumentos ultra-liberales que durante décadas permanecieron confinados a círculos reducidos y que hoy se extienden por amplios sectores de la sociedad, especialmente entre una clase media que busca alternativas al declive y a la crisis de identidad del sistema.
 
Sus argumentos ultra-liberales, que durante décadas permanecieron confinados a círculos reducidos, hoy se extienden por amplios sectores de la sociedad, especialmente entre una clase media que busca alternativas al declive y a la crisis de identidad del sistemaEl rechazo a cualquier intervención estatal en la vida pública, una idea que hasta hace no tanto se quedaba en “country clubs” y cátedras universitarias arrinconadas, ha pasado a las barbacoas de jardín y las asambleas de vecinos. Tienen incluso musas propias, como la actriz Janine Turner, a quien muchos recuerdan como la atractiva e indomable piloto de la serie ‘Doctor en Alaska’
 
La causa libertaria, recuerdan sus seguidores, se ha servido de las posibilidades que ofrece Internet y de figuras del carisma y la inteligencia del excongresista Ron Paul o el periodista John Stossel. Pero también ha contado con el apoyo incondicional de dos multimillonarios que, desde la sombra, sin hacer ruido ni reclamar protagonismo, han invertido más dinero que nadie en promover sus ideas: los hermanos Koch, cuyas fundaciones derraman cientos de millones de dólares, un mecenazgo que en Washington se describe como “sin precedentes”, una siembra encaminada a transformar el pensamiento político de los años por venir.
 
“Son la Standard Oil de nuestros tiempos"
Es cierto que las donaciones y contribuciones de familias acaudaladas son la savia de la vida política e institucional estadounidense (ahí está, por ejemplo, el “izquierdista” George Soros), pero muchos analistas colocan a los Koch en una dimensión distinta. Por el volumen de lo invertido, por su secretismo y por el alcance de su cruzada, que va más allá de intereses concretos. “Están en otro nivel radicalmente distinto. La naturaleza y la dimensión de su gasto los hace especiales. He estado en Washington desde el Watergate y nunca he visto nada como esto. Son la Standard Oil de nuestros tiempos”, dice Charles Lewis, fundador del Center for Public Integrity (CPI).
 
El maná fluye hacia lobbies y donaciones a candidatos políticos (la mayoría republicanos del Tea Party). Pero alimenta también una base intelectual y social. Financia un corpus ideológico formado por asociaciones, fondos, premios y becas, inyectando dinero en universidades y fundaciones de prestigio. Por ejemplo, y según datos del CPI, la George Mason University ha recibido más de 8,5 millones de dólares de este generoso bolsillo.
 
Un simpatizante del Tea Party protesta en Washington contra la reforma sanitaria de Obama (Reuters).Un simpatizante del Tea Party protesta en Washington contra la reforma sanitaria de Obama (Reuters).
 
Los Koch también andan detrás de los grandes think tanks libertarios, como el Cato Institute, cuyo nacimiento propiciaron en 1977 y que hoy emplea a más de 100 personas a tiempo completo, muchos de ellos analistas de élite. Y su dinero sostiene la poderosa Heritage Foundation, el American Enterprise Institute, la George C. Marshall y un largo etcétera de organizaciones que promueven estudios y planteamientos con un denominador común de fondo: defender las ideas ultra-liberales. En este estudio, por ejemplo, se intentó demostrar que la situación económica en Somalia mejoró cuando el Gobierno colapsó y reinó la anarquía. El Estado es tan perverso en sí mismo, dice la moraleja, que resulta incluso peor que la ley de la selva y sus señores de la guerra.
 
El dinero de los Koch alimenta una amplia variedad de investigaciones con valor político, no sólo dentro de las ciencias sociales. Por ejemplo, sus organizaciones se oponen con ferocidad a las regulaciones medioambientales (sus industrias están entre las 10 más contaminantes de EEUU) y Greenpeace acusa a los millonarios de haber gastado más de 67 millones de dólares en estudios elaborados con la finalidad de negar el cambio climático.
 

Los Koch están en otro nivel radicalmente distinto. La naturaleza y la dimensión de su gasto los hace especiales. He estado en Washington desde el Watergate y nunca he visto nada como esto. Son la Standard Oil de nuestros tiemposLa tercera y última pata de este “proselitismo libertario” son los movimientos ciudadanos. Entre 1986 y 1993 donaron más de ocho millones de dólares a “Citizens for a Sound Economy”, con quienes rompieron después. Años más tarde, en 2004, cimentaron la bases de Americans for Prosperity, organización de la que hablábamos al principio y a través de la cual pagan costosas campañas y anuncios atacando al Partido Demócrata y a sus congresistas.
 

Es difícil saber exactamente cuál es la suma total, ya que la red de fundaciones y organizaciones de los Koch dificulta el rastreo. El Center for Responsive Politics calcula que, por ejemplo, invirtieron más de 400 millones de dólares durante el ciclo electoral 2011-2012. Al menos 34 organizaciones de índole política o de gestión gubernamental han recibido dinero de la familia desde 2008, hasta el extremo de que hoy resulta difícil encontrar un estudio ultra-liberal en Estados Unidos cuyo rastro no conduzca a los Koch. Todo ello sin contar el dinero destinado a pagar lobistas para defender sus intereses industriales o a las donaciones políticas tradicionales, reflejadas de manera transparente en los registros oficiales.
 

¿Pero quiénes son los hermanos Koch?

Curiosamente, su fortuna se originó en la Unión Soviética. David y Charles Koch son hijos de Fred Koch, un ingeniero químico que en 1927 desarrolló un nuevo método para transformar el crudo en gasolina, un sistema que abría camino a nuevos competidores. Con su patente acorralada en los tribunales por los magnates petroleros del momento, Fred se lanzó al extranjero y acabó encontrando la horma de su zapato en las necesidades de Josif Stalin, quien buscaba explotar los recursos energéticos del Imperio comunista e industrializar el país a marchas forzadas.
 

Fred Koch utilizó el dinero conseguido en la URSS para armar Koch Industries, un gigante que hoy es la segunda compañía con más ingresos de Estados Unidos, sólo por detrás de Cargill, y que abarca todo tipo de negocios, sobre todo en el sector energético, químico, financiero e industrial. Tras cerrar sus últimos negocios con la URSS, en los años 60 el patriarca de los Koch inició una intensa actividad política. Le preocupaba el auge de los movimientos civiles y las protestas izquierdistas, que él interpretaba como un tentáculo más de los horrores que había visto en Moscú. Su mecenazgo anti-comunista se desarrolló alrededor de la John Birch Society, organización ultraconservadora que, por ejemplo, tildaba de “totalitaria” la idea de redistribuir la riqueza a través de impuestos y gasto público.
 

Dos de sus hijos, David y Charles, heredaron el imperio y las aversiones del padre. Charles se encarga de administrar la empresa desde el cuartel general en Wichita (Kansas), mientras que David, instalado en el 740 de Park Avenue (Manhattan), dedica más tiempo a cultivar relaciones sociales y manejar las fundaciones, los proyectos políticos, las donaciones, etcétera. Su fortuna conjunta se sitúa en torno a los 70.000 millones de dólares.
 
Según Forbes, sólo Bill Gates y Warren Buffett pueden competir con la riqueza que acumulan entre los dos. Además, no son ni de lejos tan conocidos. Gracias a sus esfuerzos por volar bajo radar, no sólo son prácticamente anónimos en el extranjero, sino también en Estados Unidos. Sucesivas encuestas de opinión demuestran que, aún hoy, menos de un 30 por ciento de los ciudadanos reconoce su apellido.
 

Para los Koch, mantenerse en el anonimato es una lección aprendida. En 1979, David entró en política a pecho descubierto. Tenía 39 años y se dejó dos millones de dólares en costear las presidenciales del Partido Libertario, presentándose como candidato a la vicepresidencia junto al cabeza de cartel, Ed Clark. Durante una vibrante campaña vendieron al público la idea de un “gran partido del té” (un “Tea Party") para combatir “la tiranía de los impuestos”, estableciendo una analogía entre sus ideas y las del Motín del Té en Boston contra el Imperio Británico. Pero no corría el año 1773,  sino el 1980, y quedaron muy por detrás de Ronald Reagan, de Jimmy Carter, e incluso del candidato independiente John B. Anderson.
 

Consiguieron cerca de un millón de votos y el mejor porcentaje logrado hasta la fecha Partido Libertario, algo más del uno por ciento. Ni de lejos suficiente para las aspiraciones de los hermanos Koch, que entendieron que nunca desbancarían el bipartidismo en su terreno. Optaron entonces por orientar sus baterías al mundo de las ideas. “(La política) tiende a ser un sucia, un negocio corrompido. Estoy más interesado en desarrollar las ideas libertarias”, comentó Charles en una de sus rarísimas entrevistas, poco después de las elecciones. “Lo que nosotros visionamos es un movimiento de masas con cientos de miles de ciudadanos americanos de toda condición, plantándose y luchando por la libertad económica que hizo nuestra nación la más próspera de la historia”, dijo después en una conferencia su hermano David.
 

¿Leyenda negra?

Días antes de las últimas elecciones presidenciales, Charles Koch envió a sus 70.000 empleados una carta comparando a la Administración Obama con la Venezuela de Hugo Chávez. El “cariño” que le profesan los Koch a su presidente es notorio, pero también mutuo.
 
Multimillonarios desde la cuna, negacionistas del cambio climático, condenados por haber extraído 31 millones de dólares de petróleo de reservas indias, propietarios de una de las diez empresas más contaminantes del país y siempre sospechosos de apoyar la segregación racial… “Si los hermanos Koch no existiesen, la izquierda tendría que inventarlos”, reconocen en círculos progresistas cercanos a la Casa Blanca, donde agitan sus retratos como “villanos perfectos”, el “poster de la codicia del uno por ciento”.
 

La causa libertaria ha contado con el apoyo incondicional de dos multimillonarios: los hermanos Koch, cuyas fundaciones derraman cientos de millones de dólares, un mecenazgo encaminado a transformar el pensamiento político de los años por venirEn los últimos años se les ha acusado prácticamente de todo, espesando una grumosa leyenda negra en la que se mezclan hechos demostrables e interpretaciones discutibles. Este documental a lo Michael Moore es un buen ejemplo. En el listado que hacen sus enemigos más acérrimos hay joyas de la propaganda, como un árbol genealógico que los emparentaría nada menos que con la “bruja de Buchenwald”, Ilse Koch, uno de esos “retratos del mal” que alimentó el nazismo, una señora que llegó a fabricar objetos de uso cotidiano con piel humana.
 

En la narrativa de la izquierda americana los hermanos Koch son archirrivales a la altura de Súper Obama: ancianos codiciosos, defensores del darwinismo extremo, despiadados frente a los pobres.... No por casualidad han vuelto a los discursos políticos demócratas en las últimas semanas, un calentamiento para las elecciones de medio término (noviembre) en las que Obama podría perder el Senado. “Están influenciando la política como no se había visto en generaciones. Los senadores republicanos han venido al pleno a defender sus intentos de comprar nuestra democracia (...) Están simplemente defendiendo a sus amigos millonarios”, acusó a principios de mes Harry Reid, líder de la mayoría demócrata.
 

Ellos se defienden a golpe de demanda y exhibiendo sus abundantes y generosas donaciones alejadas de la política: los 20 millones de dólares entregados al Museo de Historia Natural de Nueva York (el ala dedicada a los dinosaurios, de hecho, se llama “Galería David Koch”), los diez millones que desembolsaron para reconstruir las fuentes del Metropolitan Museum of Art o los cerca de 100 millones comprometidos con el Lincoln Center para renovar el teatro que hospeda el Ballet y la Ópera de Nueva York.
 

Pero algunos de estos actos de noble filantropía también están envueltos en polémica. Los Koch, verbigracia, se encuentran entre los mayores donantes del planeta en investigación y tratamiento del cáncer, al parecer una obsesión personal de David, que sobrevivió a un cáncer de próstata cuando era joven y que forma parte del influyente Consejo de Administración del National Cancer Institute (nombrado por Bush en 2004). Sucede que Koch Industries comercializa productos potencialmente cancerígenos, como el formaldehido, y contrata lobistas para que eviten una regulación más estricta al respecto. “Es como si la investigación sobre el cáncer de pulmón la pagase Phillip Morris”, resumen sus críticos.
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