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miércoles, 31 de octubre de 2012

Restos de explosivos en el avión polaco en el que murieron todos los miembros del gobierno

Fuente: El Mundo.es

Expertos polacos han hallado rastros de materiales explosivos, concretamente trinitrotolueno y nitroglicerina, en los restos del avión presidencial polaco siniestrado en Smolensk (Rusia), donde perdieron la vida los 96 ocupantes del aparato, entre ellos el presidente de Polonia.

"Tenemos indicios de que se produjo una explosión" antes de la colisión, ha asegurado hoy el líder del partido nacionalista Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del entonces jefe de Estado polaco, Lech Kaczynski, fallecido en el accidente aéreo.

Kaczynski hacía estas declaraciones después de que el diario 'Rzeczpospolita' revelara que en las primeras pruebas realizadas por los expertos polacos se descubrieron restos de materiales explosivos en treinta asientos y en otras partes del avión siniestrado.

El líder nacionalista polaco siempre ha defendido que el accidente no fue casual, y en numerosas ocasiones ha afirmado que un atentado podría haber provocado la colisión del aparato, una teoría que Kaczynski considera ahora respaldada por estas informaciones.

Los expertos polacos no han podido determinar el origen del material explosivo encontrado, aunque según una de las hipótesis los restos de los explosivos podrían proceder de artefactos de la II Guerra Mundial enterrados en la zona. El Fiscal General de Polonia, Andrzej Seremet, comunicó estos descubrimientos al primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, hace dos semanas.

Hasta el momento todos los informes oficiales negaban la posibilidad de que algún elemento externo pudiese haber causado la tragedia.

El accidente tuvo lugar en abril de 2010, cuando el avión presidencial de Polonia, un Tupolev 154 de fabricación rusa, se estrelló en el aeródromo ruso de Smolensk, en medio de una intensa niebla.

Todos los pasajeros fallecieron, entre ellos el propio jefe de Estado y su esposa, así como importantes líderes civiles, políticos, militares y religiosos de Polonia, muchos ligados o simpatizantes del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia.

El informe ruso sobre el siniestro culpó a la tripulación y pilotos polacos de la colisión, ya que se decidió tomar tierra a pesar de las pésimas condiciones climáticas y las advertencias de la torre de control del aeródromo

   
Más sobre el tema:

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viernes, 26 de octubre de 2012

La banca acaparó el 99 % de la ayuda contra la crisis

Blanco y en botella... estamos trabajando para los bancos. Y yo diría que, en realidad, para los bancos alemanes. Pero ya sabemos lo que nos han dicho: si se hunden los bancos, se hunde todo... y ya no podrán seguir jugando al golf.

Fuente: ElMundo.es

Cada español aportó 1.846 euros en 2010 para ayudar a los bancos


El apoyo incluyó recapitalizaciones y garantías sobre emisiones de deuda


Las ayudas contra la crisis sumaron el 8,7% del PIB; en la UE, el 9,1%


La banca acaparó el 99,59% de los 87.497 millones en ayudas públicas destinadas en 2010 a superar la crisis económica. Así, cada residente español aportó 1.846 euros para sanear a las entidades financieras, según se desprende del informe anual de ayudas públicas que elabora la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).


Las ayudas destinadas el sector financiero sumaron 87.145 millones, el 8,20% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 94,2% de las ayudas públicas totales de aquel año.


Cabe destacar que estas ayudas incluyeron no sólo la recapitalización directa de algunas entidades, sino también las garantías sobre las emisiones de deuda de los bancos y cajas en los mercados secundarios con un plazo de vencimiento de uno a cinco años. Es decir, avales que no tuvieron que ser ejecutados.


Como comparación, Alemania destinó ese mismo año 164.498 millones en actuaciones contra la crisis mientras que Irlanda, que tuvo que ser rescatada tras intervenir su banca, gastó 361.275 millones. El conjunto de la Unión Europea empleó 1,1 billones en luchar contra la crisis, un 9,10% del PIB conjunto.


Entre las ayudas a la banca española, el informe incluye el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, el sistema de garantía para entidades, el esquema general de actuación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB); la reestructuración de Caja Castilla-La Mancha y de Caja Sur; la inyección de capital a la CAM; la ayuda a NCG Banco, a Unnim y a Catalunya Banco; la recapitalización y medidas de liquidez para Banco de Valencia y la ayuda en favor de la fusión de Bankia-BFA.


352 millones al resto de sectores


El resto de las ayudas anticrisis, denominadas ayudas de marco temporal, fueron orientadas a sostener las empresas del resto de sectores económicos.


En total sumaron 352 millones de euros, lo que supone un ligero retroceso respecto a 2009 y el 0,41% de las ayudas anticrisis. Es decir, 7,46 euros por cada ciudadano.


Las ayudas contra la crisis aumentaron un 52% respecto a los 57.400 millones de 2009 y un 3.596% respecto a 2008, año en el que la crisis financiera estalló en España.


Las ayudas de otra naturaleza alcanzaron los 5.000 millones en ese mismo ejercicio, lo que supone el 0,47% del PIB y unos 106 euros por persona. La partida más importante de estas ayudas fue la dirigida a Industria y Servicios (4.328 millones), seguida de la agrícola-pesquera (528 millones) y los transportes (146 millones).


El gasto de 92.500 millones en el conjunto de ayudas públicas supuso pasar 280 euros por cada ciudadano en 2009 a 1.960 euros en 2010.


lunes, 1 de octubre de 2012

La gran estafa: el Presupuesto de 2013



Estos últimos días de septiembre ocurrieron cuatro hechos que definen con toda claridad la raíz del problema al que España se enfrenta. Uno fue la presentación del presupuesto por parte del Gobierno español en el que se indica que el Estado tendrá que pagar casi 40.000 millones de euros a los acreedores (la mayoría bancos extranjeros y españoles) para cubrir lo que se les debe como consecuencia de tener que abonarles los intereses de la deuda pública española que poseen. Esta elevada cantidad se debe a los altos intereses de tal deuda, consecuencia, en gran parte, no de la especulación de los mercados financieros –como constante y erróneamente se asume en los medios donde la sabiduría convencional se reproduce– sino de la oposición del Banco Central Europeo a comprar deuda pública en los mercados primarios, es decir, directamente al Estado español, como hace cualquier Banco Central digno de su nombre (tal como el Federal Reserve Board de EEUU, el Banco de Inglaterra en Gran Bretaña o el Banco de Japón).

(Nota de Nonius451: Navarro se olvida de que han ocurrido las DOS cosas: primero especulación y luego pasividad del BCE).

Los máximos beneficiarios de estos pagos del Estado a los acreedores son los bancos españoles y europeos (entre los cuales sobresalen los alemanes que tienen una excesiva dimensión, influencia y protagonismo en las instituciones de la Eurozona) que recibieron prestado dinero del mismo BCE a unos intereses por debajo de un 1%, con el cual compraron deuda pública española a unos intereses del 6% y el 7%. Un negocio redondo para tales instituciones financieras, que consiguieron gracias a la ayuda del BCE, que no es un banco central sino un lobby de la banca y muy en especial de la banca alemana. A aquellos que consideren el término lobby una exageración les aconsejo que lean, no ya las actas del BCE (que son secretas) sino las publicaciones de tal institución. Y verán si dicho término es o no adecuado para definir el BCE, el mayor promotor hoy en la Eurozona de las políticas de austeridad (austeridad, por cierto, que no aplica a su propio comportamiento, pues acaba de estrenar una sede exuberante en Frankfurt que ha costado seis veces más de lo inicialmente calculado y que albergará a los funcionarios mejor pagados del establishment público europeo). En tales boletines, la defensa de los intereses de la banca es central en la percepción de lo que el BCE considera ser su función. Tal defensa se viste con el traje de que “su misión es controlar la inflación”. En esta defensa de sus intereses, irán a extremos que van desde desmantelar la Seguridad Social en España, hasta recuperar la semana laboral de seis días. Es, como bien dice Noam Chomsky, la lucha de clases unilateral de una minoría –la banca– en contra de todos los demás.

El poder de la banca: el endeudamiento de España

Esta deuda, sin embargo, está basada, en parte, en la enorme influencia de la banca no solo sobre el BCE sino también sobre el Estado español. Hoy, la influencia de la banca sobre la sociedad española rebasa cualquier límite tolerable en un sistema democrático. Todos –desde los partidos políticos, a la prensa, las empresas y las familias– están enormemente endeudados con la banca. La actitud tan poco crítica de los medios de información hacia el comportamiento de la banca y su dominio de la vida política y mediática del país se basa precisamente en este hecho. En lugar de denunciar esta relación obvia entre las instituciones financieras y las instituciones políticas, los medios de mayor difusión y los partidos mayoritarios atribuyen el endeudamiento al comportamiento supuestamente irresponsable de las familias, de las pequeñas y medianas empresas (las grandes tienen ya más dinero de lo que necesitan para invertir) y del Estado. Es lo que se llama en inglés, el “victim blaming”, es decir responsabilizar a la víctima de su propia tragedia.

En tal argumentación se ignoran y/u ocultan varios hechos. El endeudamiento de las familias se debe a la disminución de su capacidad adquisitiva, resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta total del país, descenso que ha sido mucho más acentuado durante los últimos años debido a las reformas laborales y a la disminución salarial que tales reformas intentaron y alcanzaron exitosamente.

El endeudamiento de las medianas y pequeñas empresas se debe, en parte, al descenso de la demanda de sus productos y servicios, consecuencia de la disminución de la capacidad adquisitiva de las clases populares y también a la gran carestía del crédito, resultado de la desviación de la actividad crediticia de la banca hacia actividades especulativas más rentables como las inversiones inmobiliarias, habiéndose establecido el maridaje banca-sector inmobiliario que llevó al desastre.

El endeudamiento del estado se debe a las políticas fiscales regresivas que han beneficiado sistemáticamente a las rentas del capital y a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. Esta regresividad explica la gran pobreza del estado (los ingresos al estado español son los más bajos de la UE-15, un 31% del PIB, comparado con un 44% en el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia). Y este problema se acentuó todavía más mediante las reformas fiscales regresivas aprobadas en el momento de expansión económica (estimulada por la burbuja inmobiliaria). Así, como resultado de la reforma tributaria del 2006, el estado dejó de recoger en 2008 19.600 millones de euros (según los datos del Servicio de Estudios y Estadísticas Fiscales del Ministerio de Economía y Finanzas). Los impuestos sobre el capital descendieron un 39% y los de las rentas superiores un 11%.

España no se hubiera endeudado tanto si hubiera tenido un sistema tributario más justo y más avanzado. La bajada de impuestos explica que el estado tuviera que pedir prestado a los bancos para cubrir el agujero creado en sus arcas precisamente como consecuencia de la bajada de impuestos a las rentas del capital y rentas superiores. Como resultado de esta situación, el estado, además de bajarles los impuestos a los súper ricos, ahora les paga unos intereses muy altos, a través de los bancos, por los bonos que han comprado con el dinero conseguido en los recortes de impuestos. Otro negocio más que redondo, para el beneficio primordialmente de lo que se llamaba burguesía financiera y los súper ricos.

Pero esta enorme necesidad de endeudamiento fue una gran golosina, no sólo para la banca española sino también para la banca europea y, muy en especial, la banca alemana. De ahí que la banca alemana tenga hoy casi 200.000 millones de euros prestados en el territorio español, tanto en deuda pública como privada. Y está hoy muy preocupada pues el estallido de la burbuja inmobiliaria (a la que contribuyó en gran medida a que se inflara) puede arrasar toda la banca, incluida la alemana.

El llamado rescate al sistema bancario

Lo cual me lleva al segundo hecho acaecido el 28 de septiembre. La decisión del gobierno español de pedir el rescate a la banca, mediante el préstamo de 40.000 millones de euros (casi la misma cifra que el estado español tendrá que pagar a la banca por la deuda), para asegurarse lo que se llama “la viabilidad del sistema bancario español”, a lo que tendría que haberse añadido “y de la banca alemana”. Es decir que el estado pide dinero (que tendrá que devolver el propio estado, pagado por el ciudadano español) a las autoridades de la eurozona, donde la banca alemana es muy influyente, para ayudar a la banca, asegurándose así que no quiebre y que se pague a la banca alemana (entre otras). Como bien dijo el asesor económico al gobierno alemán, el Sr. Peter Bofinger, en su comentario sobre la aprobación de 100.000 millones de euros para el rescate a la banca española “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España) sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en estos países”.

Las condiciones leoninas del rescate: el presupuesto del Estado

Este rescate se hace en condiciones leoninas que tendrán que pagar las clases populares a base de enormes sacrificios y recortes, incluidos los recortes que recoge el presupuesto propuesto por el gobierno el día 27 de septiembre, el tercer hecho digno de mención. La falta de medidas de protección de la capacidad adquisitiva de los pensionistas y de los desempleados es un ejemplo más de la insensibilidad social del presupuesto que aparece con toda intensidad en los recortes de gasto público social y disminución muy notable de la protección social. Su brutalidad queda demostrada en que incluso la Troika indicó que las medidas tomadas por el gobierno iban incluso más allá de lo que la propia Troika les exigía. El gobierno español ha sido siempre el alumno aventajado del establishment neoliberal que domina las estructuras de la gobernanza de la eurozona.

Y todas estas políticas se presentan como las únicas posibles, negando y ocultando la evidencia fácilmente accesible de que sí las hay. El BCE podría actuar, por ejemplo, como un banco central, con el objetivo de estimular la economía y no sólo controlar la inflación. El estado español podría haber tenido ya en anteriores presupuestos y en los actuales una política fiscal mucho más progresiva, de manera que en lugar de recortar las pensiones (para conseguir 1.200 millones de euros) podría haber mantenido el impuesto de patrimonio (consiguiendo 2.100 millones) o anulado la bajada del impuesto de sucesiones (consiguiendo 2.552 millones) o anulado la bajada de impuestos a las personas que ingresen más de 120.000 euros al año (consiguiendo 2.500 millones). O en lugar de recortar 6.000 millones en sanidad, podrían haber anulado la bajada del impuesto de sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), consiguiendo con ello 5.300 millones.

O en lugar de recortar 200 millones a los servicios de atención a las personas con dependencias, podrían haber eliminado el subsidio del estado a la Iglesia Católica para que enseñe religión católica en las escuelas públicas del estado. Y así una larga, larga lista mostrando que sí que hay alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo hemos documentado en el libro Hay alternativas.

Y el estado español podría dejar colapsar bancos en España (Bankia es un caso claro), estableciendo bancas públicas o subvencionando cooperativas de crédito que lo garanticen. El rescate financiero es una ayuda más a la banca y a las rentas superiores que son los mayores accionistas de tales bancos, sin que se garantice el crédito. Hoy el obstáculo mayor al ofrecimiento de crédito es la banca, cuyo poder en España es único en la UE y en la OCDE. Lo que ocurre con los desahucios es un escándalo sin paralelo en otros países.

Estos tres hechos ocurridos al final de septiembre son indicadores del enorme poder de una minoría que está consiguiendo lo que siempre desearon: la destrucción de los sindicatos, la eliminación de la protección social, la bajada de salarios y la desaparición del estado del bienestar.

Permítanme que añada otro hecho digno de mención. El cuarto hecho: las movilizaciones del movimiento 15-M y otros movimientos para denunciar al Congreso, en Madrid. Fue sabio de este movimiento renunciar a la ocupación del congreso. Pero fue digno de ser aplaudido que intentaran denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de él, pues los otros tres hechos son un indicador de la violación a la democracia que está ocurriendo en España. Ninguna de tales políticas traducidas en aquellos tres hechos tiene un mandato popular. Hoy, la mayoría del Congreso es un instrumento que claramente ni representa ni está al servicio de la mayoría de la población española. Sus políticas no han sido aprobadas por la ciudadanía española. No son los que se manifiestan los que están atacando a la democracia sino los que están dentro (refiriéndome a los partidos que están aprobando tales políticas sin mandato popular) que están violando la democracia.

(Nota de Nonius451: Navarro se olvida de que ni el 15M ni el Ocupa el Congreso critican a la banca o el BCE, sino a los representantes de los ciudadanos)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Rebeldes sirios (pagados por la OTAN) ejecutan a 20 soldados maniatados

Fuente: Voltairenet

Grupos armados han ejecutado sumariamente a al menos 20 soldados del Ejército sirio en la ciudad noroccidental de Alepo.

Los soldados fueron capturados por los terroristas en un ataque contra una base militar en el distrito oriental de Hanano, ha anunciado este lunes AFP citando a fuentes de la oposición siria.

Un vídeo colgado en YouTube muestra que los soldados tenían las manos atadas a la espalda y los ojos vendados antes de ser fusilados.

La base militar, que sirve como depósito de almacenamiento de armas, centro de reclutamiento de conscriptos y la sede de la delegación local de la policía militar y la policía antidisturbios, actualmente está bajo el control total del Ejército sirio tras unos días de fuertes enfrentamientos con rebeldes.

Los insurgentes controlaban una parte de ese estratégico lugar durante varios días.

Los grupos armados sirios, que cuentan con el apoyo financiero y militar de Occidente y algunos países regionales como Arabia Saudí, Catar y Turquía, agudizan cada vez más con sus actos terroristas el conflicto en Siria, iniciado en marzo de 2011, mediante incesantes ataques contra las fuerzas y funcionarios gubernamentales y civiles.

 

lunes, 3 de septiembre de 2012

La troika quiere una jornada laboral de 6 días en Grecia

Fuente: Público.es

Los 'hombres de negro' de Bruselas, el BCE y el FMI llegan el martes a Atenas para negociar los nuevos ajustes.

La troika internacional que supervisa la economía griega ha pedido al Gobierno que flexibilice las relaciones laborales con diversas medidas, entre ellas aumentando la semana laboral de cinco a seis días. Aunque algunos de los expertos que deberán analizar el programa de recortes del segundo rescate a Grecia ya están en Atenas, la mayoría de la misión llegará este martes.

La información procede de un correo electrónico enviado por representantes de la troika -formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- a los ministerios griegos de Finanzas y Trabajo y filtrado hoy por el diario económico "Imerisia".

La autenticidad de este e-mail y de su contenido fue confirmada por una fuente del Ministerio de Finanzas que no quiso revelar los detalles de su contenido. Entre las propuestas más polémicas se encuentra aumentar la semana laboral a seis días y reducir el descanso mínimo entre turnos de trabajo a once horas, además de eliminar las restricciones a los cambios de turno de mañana y de tarde según las necesidades del empresario, relata el diario "Imerisia".

Igualmente, la troika exige reducir a la mitad la indemnización por despido y el plazo del que dispone el empresario para notificar al trabajo su rescisión de contrato. También pretende que disminuya la contribución al Fondo de la Seguridad Social que pagan las empresas por cada empleado, a pesar del empeoramiento de la recaudación del Estado en este sentido.

La troika también exige reducir a la mitad la indemnización por despido

"No se trata de propuestas nuevas, pues la troika lleva tiempo haciéndolas. Pero, de momento, son sólo propuestas, no significa que el Gobierno griego deba aceptarlas", explicó a Efe la fuente ministerial, que solicitó el anonimato por lo delicado del asunto.

La tasa de desempleo en Grecia se situó en mayo en el 23,1 % de la población activa (54,9 % en el caso de los menores de 25 años) y el nivel adquisitivo de los trabajadores griegos ha caído a niveles de hace tres décadas, según cálculos de los sindicatos griegos.

La mayoría de los expertos de la troika formada por la CE, el BCE y el FMI llegará este martes a Atenas y mantendrá las primeras reuniones de trabajo el miércoles con el fin de concluir la primera revisión del programa de ajustes y reformas estructurales del segundo rescate a Grecia.

viernes, 17 de agosto de 2012

“Cómo llegué a odiar a los españoles”, el testimonio de un alemán en ‘Die Welt’

Continúa la demonización de la sociedad española. La prensa, siguiendo la línea que le mandan sus dueños, los bancos, continúa el ataque a todo lo que tiene que ver con la sociedad española, no sólo en el extranjero, sino sobre todo en nuestra misma nación, donde muchos de españoles han interiorizado ya dichas ideas. 

Al final nos encontramos con que al mismo tiempo que los bancos nos saquean, la prensa nos convence de que la culpa es nuestra.

Fuente: El Confidencial


(...)

El último episodio de este vía crucis por los rotativos internacionales es un artículo publicado en ‘Die Welt’, uno de los diarios más leídos en Alemania, quizás el país donde es más deseable una imagen positiva de España. El texto se enmarca dentro del 40º aniversario del billete de tren Interraíl, que permite desplazarse por todo el continente europeo y consiste en los recuerdos de un verano de 1988 en el que el autor aprendió “a odiar a los españoles” a pesar de que recorrió también otros países a los que no dedica ninguna mención negativa.

En el artículo se relata como el protagonista llegó sin problemas desde Alemania hasta Lisboa con el billete Interraíl, pero cuando le llegó el momento de encontrar medios para regresar comenzaron sus problemas. “Nunca olvidaré las taquillas de la estación de Huelva”, asegura, antes de relatar cómo los españoles le parecieron groseros e irrespetuosos.

Las quejas del viajero alemán se centran en el comportamiento social que observó en los españoles y en su absoluto desconocimiento del idioma inglés. “La cola de la taquilla era hostil, no se ponían en fila sino más bien al lado unos de otros”, recuerda. “Pronto se me colocó al lado una señora que había llegado claramente más tarde que yo y un hombre vino a decirme que la mujer estaba primero. Intenté explicarle en inglés que yo había llegado antes, pero él se limitaba a gritar mucho y a gesticular formando un gran grupo a nuestro alrededor”.

El autor denuncia también el ‘provincianismo’ español y desprecio que sintió por ser extranjero, al asegurar que finalmente quedó “como el idiota que se atreve a viajar por España sin hablar español”, como si eso fuera “una provocación”. Más tarde pudo hablar con otro viajero alemán que había presenciado la situación que le señaló que en su experiencia “si eres turista estás en el escalón jerárquico más bajo”.

En contraposición, el resto del artículo relata experiencias con ciudadanos de otros países que sí resultan positivas y asegura que después de tratar con los onubenses no volvió “a sentirse reconciliado con la vida” hasta que conoció a una pareja de franceses que compartieron con él su comida y le trataron con amabilidad. A modo de resumen, señala que en su viaje aprendió a que le gustaran los franceses y los portugueses y “a odiar a los españoles

jueves, 12 de julio de 2012

¿Qué es el BCE?



El BCE es el banco central de los Estados de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro, como es el caso de España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc.

Y ¿de dónde vino el dinero del BCE?

El dinero del BCE, o sea el capital social, es el dinero de todos nosotros, los ciudadanos de la UE, en proporción a la riqueza de cada país. Así, a Alemania le correspondió poner un 20% del total. Los 17 países de la UE que se adhirieron al euro, entraron en conjunto con un 70% del capital social y los restantes 10 países, de los 27 Estados de la UE, contribuyeron con un 30%.

Y, ¿es mucho ese dinero?

El capital social era de 5,8 billones de euros, pero a final del año pasado, se decidió hacer un primer aumento del capital, desde que fue creado hace cerca de doce años, en tres fases: A finales del 2010, a finales del 2011 y a finales del 2012, hasta elevar el capital del banco a 10,6 billones.

Entonces, si el BCE es el banco de estos Estados, puede prestar dinero a España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc. como cualquier banco puede prestar dinero a cualquiera de sus accionistas. ¿O no?

No, no puede.

¿Por qué?

¿Por qué? Porque… porque… bueno, son las reglas.

Entonces, ¿a quién puede prestar dinero el BCE?

A otros bancos, a bancos alemanes, franceses, españoles, portugueses, etc.

¡Ah! ya me entero… Entonces, España, Portugal, Alemania, etc. cuando precisan dinero prestado, no van al BCE, tienen que ir a otros bancos que sí acuden al BCE…

Sí.

Me pregunto que para qué complicar tanto… ¿No era mejor que España, Portugal, Grecia, etc. acudieran directamente al BCE?

Bueno sí… En cierto sentido, sí… pero de ese modo los banqueros no ganarían nada en ese negocio…

¡Ahora caigo…!

Está claro, los bancos precisan ganar alguna pequeñez… El BCE, de mayo a diciembre del 2010 prestó cerca de 72 MIL millones de euros a países del euro, a la llamada “deuda soberana”, a través de un conjunto de bancos, al 1%. Y ese conjunto de bancos prestaron a los Estados (España, Portugal, Grecia, etc.) al 6 o 7%.

Pero eso es un negocio redondo: Sólo por ir a Bruselas a buscar el dinero, fíjate lo que se llevan…

No tienen que, ni siquiera, desplazarse a Bruselas. La sede del BCE está en Alemania, en Frankfurt. Tomando a Portugal como ejemplo, en el crédito a Portugal, los bancos ganaron entre 3 y 4 MIL millones de euros…

Eso es un verdadero robo… con ese dinero que nos quitan, no tendríamos por qué congelar o rebajar las pensiones, o el subsidio de desempleo, recortar la Sanidad, la Educación, o descontar a funcionarios, o…

La gente tiene que ser consciente de que los bancos tienen que ganar mucho dinero, si no ¿cómo podrían pagar los dividendos a los accionistas, a los consejeros, a los altos directivos que son gente “tan especializada”…?

Pero, quien manda en el BCE ¿cómo puede permitir un escándalo de este tipo?

En el BCE mandan los gobiernos de los países de la zona euro; Alemania en primer lugar, que es el país más rico, pero también Francia, España, Portugal y los demás países…

Entonces, los gobiernos de nuestros países, ¿dan nuestro dinero al BCE para que ellos presten a los bancos al 1%, para que, después, ellos presten del 5 al 7% a los gobiernos de los países, que son los dueños del BCE?

Bueno, no es exactamente así. Como Alemania es rica y puede pagar bien las deudas, los bancos sólo le cobran un 3%. A Grecia, Portugal, Irlanda, etc. que están asfixiados, es a quienes les elevan los intereses al 6, 7 ó más por ciento.

Entonces, ¿somos los dueños del dinero y no podemos pedir a NUESTRO propio banco…?

¿Somos? ¿Quiénes somos? Nuestros países, España, Portugal, Italia, o Alemania no están formados por gente vulgar como nosotros. No queramos comparar un limpiabotas de nada, que gana 400 ó 600 euros al mes, o un albañil que anda desempleado, con un gran accionista que percibe 5 ó 6 millones de € de dividendos por año, o con un administrador de una gran empresa, o de un banco que ganan, con las primas a que tienen derecho, unos 50, 100, o 200 MIL euros por mes. No se puede comparar.

Y, ¿nuestros gobiernos, aceptan una cosa así?

Nuestros gobiernos… Por un lado son, en la mayor parte, amigos de los banqueros (todos los partidos políticos lo son), o están a la espera de sus favores, o de un privilegiado empleo cuando ya no consigan los votos necesarios…

Pero, entonces, ¿ellos no han sido elegidos por nosotros?

En cierto sentido sí, claro, pero después… ya sabes, quien gobierna, es quien tiene la sartén por el mango. Y es lo que se ve claramente en esta crisis mundial, la mayor desde hace un siglo. Esa cosa que llaman “sistema financiero”, transformó el mundo de las finanzas en un casino mundial, realmente como ningún casino había nunca visto, ni sospechado, y llevó a los EE.UU. y a Europa al borde la de ruina. Está claro, esas personas importantes se llevaron el dinero para su casa y dejaron a la gente como nosotros, que tenía el dinero en los bancos, o los fondos de inversión, a la luna de Valencia… Los gobiernos, en los EE.UU. y en Europa, para evitar la ruina de los bancos tuvieron que reponerles el dinero…( o sea, rescatarlos con dinero público, que es el dinero de nuestros impuestos).

Y ¿dónde fueron a buscarlo?

¡Dónde los iban a buscar…! En los impuestos, en las pensiones, en los salarios, en los funcionarios, en la enseñanza, en la sanidad, en las prestaciones sociales… ¿De dónde podía proceder el dinero del Estado?

Pero, ¿metieron a los responsables en la cárcel?

¿En la cárcel? ¡Qué disparate! Entonces, ellos que montaron la cosa, ingenierías financieras sofisticadísimas, sabrán aplicar el remedio. Sólo ellos podrán poner orden en la casa…

Está claro que a algunas personas más comprometidas, como Raymond McDaniel, que era el presidente de la Moody’s, una de esas agencias de “rating” que clasificaron la credibilidad para pagar la deuda, de Portugal, Grecia, etc. como de bono basura, y que tiraron a los países por el suelo, fueron… apartados y pasados a la reserva… Como el tal McDaniel, y otros, es una persona importante, se llevó una indemnización de 10 millones de dólares, a los “que tenía derecho”…

MORALEJA:
los ciudadanos de España, Grecia, Italia, Portugal... no dejarán de ser esclavos hasta que no controlen a sus propios bancos centrales.


El por qué de los recortes


Este artículo señala que una de las causas reales de los continuos y constantes recortes de gasto público incluyendo el gasto público social que están debilitando enormemente el Estado del Bienestar español es la exigencia de que España pague la deuda a los bancos europeos, y muy en especial, a la banca alemana.

Una de las tesis que se promueven con mayor ahínco en los círculos neoliberales del país es que España entró y permanece en crisis por su excesivo gasto público y falta de disciplina fiscal. De esta tesis se concluye que hay que reducir el gasto público y recuperar la famosa disciplina fiscal, reduciendo el déficit público para alcanzar el nivel exigido por el Pacto de Estabilidad (el 3% del PIB).

Esta tesis es fácilmente demostrable que carece de credibilidad. El Estado español era, en realidad, el modelo de rectitud ortodoxa neoliberal. Tenía un superávit en las cuentas del Estado en los años 2005, 2006 y 2007, y su deuda pública era de las más bajas de la Eurozona. Durante el periodo 2004-2007, tal deuda pública bajó del 46% al 36%. España no podía ser más modélica desde el punto de vista neoliberal. Los responsables de la política económica y fiscal del Gobierno español recibieron el aplauso de las autoridades europeas que gestionan y dirigen la Eurozona (desde el Consejo Europeo y la Comisión Europea al Banco Central Europeo) y como no, del Fondo Monetario Internacional.


 
En realidad, la sensación de euforia era tal que el Gobierno socialista español, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, decidió bajar los impuestos, identificando tal medida con ser de izquierdas. Su slogan más conocido en aquellos años fue que “bajar los impuestos es de izquierdas”. Esta bajada de impuestos aumentó el déficit estructural del Estado, es decir, el déficit público, que determinan los ingresos y gastos estructurales y no coyunturales. Este aumento del déficit estructural permaneció ocultado o ignorado por el aumento de los ingresos al Estado, resultado de la situación coyuntural provocada por la burbuja inmobiliaria. Ahora bien, cuando esta burbuja explotó, el déficit estructural apareció con toda claridad y contundencia. Los ingresos al Estado bajaron en picado, resultado, en gran parte, de que la estructura fiscal del Estado español depende excesivamente de las rentas del trabajo y muy poco de las rentas del capital. Cuando la actividad económica se colapsó y el desempleo se disparó, los ingresos al Estado bajaron y mucho. De ahí el déficit público del Estado. No tiene nada, nada que ver con el aumento del gasto público, el cual, medido en gasto público por habitante, ha ido bajando, no subiendo. Y los datos así lo muestran. Se están recortando y recortando, y en cambio el déficit público apenas baja y el crecimiento económico está decreciendo. ¿Qué evidencia esperan los círculos neoliberales para poder ver que están profundamente equivocados?
Por otro lado, un punto clave poco estudiado y con escasa visibilidad mediática es ¿por qué la burbuja inmobiliaria explotó? La causa primordial es que la mayoría del dinero que estaba detrás de la burbuja inmobiliaria procedía de bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas, entre otros. En realidad el enorme flujo de dinero (lo que se llama inversión financiera) a España explica que la balanza de pagos (la diferencia entre el capital que entra y el que sale del país) se disparara en aquellos años de burbuja inmobiliaria. El hecho de que la banca europea alimentara a la banca española se debía, como no podría ser de otro modo, a que eran inversiones financieras extraordinariamente beneficiosas. Su rentabilidad era enorme. Pero cuando esta banca europea contaminada por los productos tóxicos procedentes de la banca estadounidense se paralizó, el dinero dejó de venir a España y la burbuja inmobiliaria explotó, creando un agujero en el PIB español equivalente a un 10% de su tamaño. Y todo ello en cuestión de meses.

Ahora España tiene un problema enorme porque debe mucho dinero a los bancos europeos, que no puede pagar. Y los bancos europeos tienen un problema incluso mayor, porque han prestado tanto dinero a España y a los otros países intervenidos (Grecia, Portugal e Irlanda) que si éstos no lo pagan, tienen un problema gravísimo. En realidad, muchos de ellos se colapsarían. Los bancos alemanes habían prestado en 2009 la enorme cantidad de 704.000 millones de euros a los países PIGS (España, Grecia, Irlanda y Portugal), convertidos en GIPSI con la inclusión de Italia. Esta cantidad es muchas veces superior al capital en reserva de la banca alemana. Si estos países no pudieran pagar su deuda, la banca alemana colapsaría. El establishment financiero alemán y su Gobierno, presidido por la Sra. Merkel, es plenamente consciente de este hecho. Y de ahí su énfasis en que el objetivo prioritario de las políticas de austeridad que está imponiendo a aquellos países y de la supuesta “ayuda financiera”a sus bancos, sea el de que la banca alemana recupere el dinero prestado.

El objetivo de los recortes es salvar la banca alemana

Y así nacieron las políticas de recortes. Como bien escribía recientemente nada menos que el editor senior del Financial Times, el Sr. Martin Wolf (25.06.12) el objetivo de estos recortes en España tiene poco que ver con recuperar la economía española y sí con que se pague a los bancos europeos, incluyendo los alemanes, lo que se les debe. Así de claro.

Ahora bien, como las cosas no se pueden decir tan claro, el argumento que se utiliza por los economistas y políticos neoliberales, es que hay que reducir el déficit público para “inspirar confianza a los mercados financieros” de manera tal que éstos vuelvan a prestar dinero a España. Según tal argumento, la desconfianza de los mercados hacia España determina que la prima de riesgo española haya subido tanto, ignorando que el que marca los intereses de la deuda pública no son los mercados, sino el BCE, que es el lobby de la banca, y muy en especial de la banca alemana. El hecho de que el BCE no haya comprado deuda pública española durante más de tres meses es la mayor causa de que la prima de riesgo se haya disparado. Lo que le importa más a la banca alemana (y a su instrumento, el BCE) es que continúe la austeridad, que sigan y se profundicen los recortes por parte del Estado español a fin de que éste y la banca privada a la que el Estado español ha estado subvencionando y ayudando en cantidades exuberantes (más de un 10% del PIB) paguen ahora lo que deben a aquellos bancos europeos, incluyendo los bancos alemanes. Y los famosos 100.000 millones de euros que el Gobierno Rajoy ha solicitado de las autoridades que gobiernan la Eurozona irán destinados a continuar ayudando (todavía más) a los bancos, y todo ello financiado por el ciudadano normal y corriente que paga al Estado y sostiene la deuda pública. En realidad, incluso dirigentes del Gobierno alemán así lo han reconocido. Uno de los consejeros económicos del Gobierno alemán, Peter Böfinger, así lo ha dicho. “Las ayudas a la banca (de los países en dificultades) no tienen que ver con el intento de ayudar a tales países en sus problemas, sino ayudar a nuestros bancos que tienen gran cantidad de deuda de aquellos países” (Chatterjee, Pratap, Bailing Out Germany: The Story Behind The European Financial Crisis).

En realidad, si de verdad tanto el Gobierno Rajoy o el Consejo Europeo desearan ayudar a la economía española, no transferirían estos 100.000 millones a la banca (que no ha estado ofreciendo crédito ni a las familias ni a las medianas y pequeñas empresas), sino a organismos estatales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el mandato de ofrecer crédito accesible y razonable (no el que provee la banca hoy) a la ciudadanía y a medianas y pequeñas empresas españolas. Tales transferencias públicas podrían también estimular el establecimiento de bancas públicas (tanto centrales como autonómicas) o cooperativas de crédito que garantizaran la existencia de crédito, uno de los mayores problemas que existe hoy en la España endeudada.

Pero lo que las autoridades europeas desean más que nada es que la banca española y el Estado español paguen a los bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas y otros lo que les deben, a fin de -según dicen ellos- recuperar la confianza de los mercados. Pero este argumento asume que existen mercados, lo cual es fácil de demostrar que no ocurre. En un mercado, la responsabilidad de un préstamo fallido es compartida. Es un fallo de la persona o institución que pidió el préstamo, pero lo es también de la persona o institución que ofreció el préstamo. Y esto no está ocurriendo. En esta situación se está penalizando al primero a fin de salvar los intereses del segundo. Esto es lo que está haciendo, entre otros, el Gobierno alemán, que acusa y critica al Estado español por haber permitido la formación de la burbuja inmobiliaria sin citar el papel clave que el Estado alemán y la banca alemana jugaron en el establecimiento y explosión de tal burbuja. No se puede hablar de prestatarios irresponsables sin hablar también de los prestamistas irresponsables. Y el Gobierno alemán está imponiendo las políticas de austeridad para asegurarse de que a la banca alemana irresponsable se le pague la deuda con intereses (que, por cierto, alcanzan niveles estos últimos que cubren varias veces el coste de la deuda en sí). Y así estamos.

Nota de Nonius451, excelente artículo de V. Navarro, que sin embargo se olvida de mencionar que a la situación que él describe se unen los ataques de los especuladores y hedge funds angloamericanos que se hacen ricos mientras exportan la crisis del dólar y de sus propios bancos, provocada por la desregulación y su peor consecuencia, el mercado de derivados.



 

jueves, 31 de mayo de 2012

La traición de Merkel

Vuelvo a publicar la entrada sobre la actuación de Merkel en esta crisis, escrita hace un año, pero que sigue conservando toda su actualidad.

Hace unos días, la prensa internacional se hacía eco de la ‘constructiva’ propuesta alemana de que España e Italia vendiesen sus reservas de oro para rebajar su deuda pública. Previamente había recogido la imaginativa propuesta de que Grecia se deshiciese de sus islas en el Egeo, así como de la gestión de la Acrópolis y demás monumentos nacionales. En los foros de Internet, algunos intervinientes españoles recordaban que Alemania nunca había pagado la indemnización debida por el genocidio de Guernica. ¿Qué le ha pasado a Europa? ¿Cómo hemos llegado a este grado de encanallamiento político?
Parece indudable que la situación se origina en la crisis financiera internacional, y en la incapacidad de Europa de afrontarla conjuntamente. La prensa suele presentar esta incapacidad como resultado de la reticencia de la Canciller Merkel a intervenir decididamente, haciendo valer el peso de la economía alemana en los mercados internacionales. Unos lo interpretan como una defensa justificada del contribuyente alemán frente a la supuesta prodigalidad de los países en dificultades; otros lo ven como insolidaridad con unos socios europeos con los que se comparte moneda, y que están siendo injustamente atacados por los ‘mercados’. Lo sorprendente es que no se baraje abiertamente una tercera interpretación, que, a la luz de la Historia de Europa, debería ser la primera en considerarse: que la actitud alemana va mucho más allá de la mera negación de socorro, y que constituye un ataque activo y consciente contra sus socios europeos menos fuertes, concertado en 2010 con la oligarquía anglo-americana para trasladarles el peso de la crisis.

Es revelador, en este sentido, observar el impacto directo que tuvo la crisis financiera de 2008, y la consiguiente restricción del crédito, sobre las grandes economías del mundo. La economía de Estados Unidos, pese a sus mecanismos de financiación privilegiados, cayó hasta un 2,6% en 2009, mientras que Reino Unido y Alemania cayeron nada menos que un 6% y 5%, respectivamente. Otras economías europeas, como la francesa y la española, experimentaron una contracción más moderada, del 3,5% y 3,7%, respectivamente. Fue en este contexto en el que produjo la famosa cena del 8 de febrero de 2010, donde un grupo de grandes hedge funds, acordaron coordinarse para atacar conjuntamente al Euro, por vía de los mercados de deuda soberana de determinados países miembros. Así lo contó, con todo detalle, el propio Wall Street Jornal, diario conocido como la ‘Biblia del Capitalismo’:
Pero no es fácil atacar una moneda de la magnitud del Euro, que cuenta con unas instituciones capaces de atajar movimientos especulativos percibidos como peligrosos. El ataque sólo sería posible si alguien atase las manos de esas instituciones, y para ello se necesitaría un colaborador de peso que actuase desde dentro, e impidiese la utilización de los resortes de defensa europeos. Tradicionalmente, este papel lo juega Reino Unido, pero Reino Unido no está presente en las instituciones monetarias europeas, y esto hacía necesaria la cooptación de un nuevo caballo de troya en Europa. Todo apunta a que Angela Merkel, política sin personalidad, agobiada por la depresión de su país, y cuya extracción germano-oriental parece haberla hecho inconsciente de la importancia histórica del proyecto europeo (para Alemania sobre todo), habría aceptado este triste papel, que la historia tendrá que juzgar.
El ‘acuerdo’ permitiría a los hedge funds involucrados hacer enormes ganancias en los mercados de deuda, en los que actúan en coordinación con los medios de comunicación y las agencias de calificación, a sabiendas, además, de que las defensas europeas están siendo debidamente neutralizadas desde dentro. Por otra parte, los ataques coordinados contra las economías europeas más débiles producen una huida de sus mercados de deuda, y una correlativa búsqueda de refugio en la deuda de Alemania, que de este modo consigue asegurar, y abaratar sustancialmente, la financiación que necesita.
No sorprende, en este sentido, que la prensa alemana se haya convertido en una factoría de rumores sobre el ‘inminente rescate’ de otros países, ni que la propia Canciller Merkel evite cuidadosamente desinflar esos rumores. Así ocurrió, por ejemplo, el 15  junio de 2010, cuando un periodista le preguntó si la UE estaba preparando el rescate de España. Bastaba con decir la verdad—que no se estaba preparando, como luego se comprobó—pero Merkel escogió no decirla, evocando, eso sí, la posibilidad genérica de que España hiciese uso del fondo de rescate... El resultado fue, por supuesto, un nuevo ataque a la deuda española. Posteriormente, las autoridades de la Unión Europea tuvieron que reprender al propio gobierno alemán por difundir rumores de rescate sobre otros países. Considerando el peso de Alemania en la UE, muy cargadas de razón tenían que sentirse esas autoridades comunitarias antes de señalar con el dedo al gobierno de Merkel.
Y parece obvio que del otro lado del atlántico se le está dando al ‘acuerdo’ la misma cobertura política. El Presidente Obama, que curiosamente visitó Berlín antes incluso de ser elegido, ha evitado cuidadosamente visitar España, no sea que se interprete como un signo de confianza o respaldo al país. No participó siquiera en la reunión UE-EE.UU. que inauguraba la Presidencia española de 2010, algo que no tiene precedentes. Y, cuando finalmente Obama habló por teléfono con el Presidente Zapatero, lo hizo sólo para instarle a hacer reformas económicas, comunicándolo a la prensa en estos mismos términos, poco diplomáticos.
Y por debajo de este lenguaje de gestos se manejaba la operación. Mientras los ataques especulativos se intensificaban, el Reino Unido y Alemania hacían todo lo posible por vetar cualquier acción de defensa. Reino Unido lo hacía en las instituciones de la UE, particularmente en el Ecofin, donde dificultó cualquier acción restrictiva de las agencias de calificación, o de los seguros de impago al descubierto (CDS), que eran la munición con que se estaba atacando a los países objetivo; Alemania, por su parte, lo hacía en las instituciones del Euro, impidiendo cuidadosamente la aprobación de cualquier rescate de Grecia que apaciguara a los mercados, negando su aprobación general a la intervención del Banco Central Europeo en los mercados de deuda, y arrastrando visiblemente los pies ante la eventual emisión de eurobonos.

Pero toda esta operación requería un amplio respaldo mediático, como complemento al ya descrito respaldo político. Esta es la función asignada a la odiosa campaña de los PIGS, un término de laboratorio obviamente dirigido a generar desprecio y desconfianza hacia los países objetivo. En unos tiempos en que el lenguaje periodístico anglosajón y alemán se caracteriza por una extrema corrección política, llama poderosamente la atención esta excepcional licencia para aludir abiertamente como ‘cerdos’ a varios países europeos, ‘socios’ europeos, para mayor escarnio. Hace un año, un tabloide alemán titulaba ‘España debe sangrar’, acompañado de una ‘sutil’ foto de un torero entrando a matar a un cerdo. Y no fue una excepción. Por aquellos días proliferaron caricaturas de cerdos vestidos con banderas españolas, italianas, etc., en un ejercicio de abierta xenofobia que no se recuerda en Europa desde los años 30…  




La Unión Europea es un proyecto político de vida en común, que requiere un sustrato de entendimiento y simpatía entre los pueblos que la componen. La decisión de Merkel subvierte una línea fundamental de la política exterior alemana, consistente en ganar la confianza y el aprecio de los pueblos europeos después de la experiencia de la II Guerra Mundial. Hace perder décadas de progreso alcanzado por sus predecesores políticos de uno y otro signo. No es extraño que los socios europeos que se han esforzado en construir unas instituciones comunes se sientan traicionados al ver que cómo esas instituciones están siendo maniatadas por el gobierno alemán para facilitar su hundimiento. Pero la mayor traición es al propio pueblo alemán, que no le dio un mandato para deshacer Europa, ni para degradar la imagen de su país, ni para dilapidar el liderazgo de Alemania en la construcción europea.
Pese a su condición de hija de Pastor protestante, parece que Angela Merkel nunca leyó el pasaje bíblico sobre la pérdida de la primogenitura por un plato de lentejas…
Anónimo.



domingo, 11 de marzo de 2012

Grecia. Llamamiento de Mikis Theodorakis. Resumen de cómo se ha destruido el proyecto europeo

Fuente: Rebelión
Gracias Anónimo por el link

El domingo 12 de febrero de 2012, Mikis Theodorakis hizo este llamamiento durante la gran manifestación que tuvo lugar en la Plaza Sintagma de Atenas en paralelo al debate parlamentario sobre la adopción de un nuevo Memorándum impuesto a Grecia por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI). Cuando los ancianos Mikis Theodorakis (de 87 años) y Manolis Glezos (de 90) pidieron permiso a la policía antidisturbios para poder dirigirse a la multitud desde las escaleras del Parlamento, la única respuesta que obtuvieron fue una ráfaga de gas lacrimógeno que más bien pareció un intento de asesinato. Así se trata en este país “trokaizado” a dos hombres que, en Japón, serían “tesoros nacionales vivientes".- Tlaxcala

Existe una conspiración internacional cuyo objetivo es darle a mi país el golpe de gracia. El asalto se inició en 1975 contra la cultura griega moderna; luego continuó con la descomposición de nuestra historia reciente y nuestra identidad nacional y, ahora, trata de exterminarnos físicamente con el desempleo, el hambre y la miseria. Si los griegos no se sublevan para detenerlos, el riesgo de extinción de Grecia es real. Podría ocurrir en los próximos diez años. Lo único que sobreviviría a nuestro país sería el recuerdo de nuestra civilización y de nuestras luchas por la libertad.

Hasta 2009, la situación económica en Grecia no era muy grave. Las grandes heridas de nuestra economía fueron el excesivo gasto militar y la corrupción de una parte del mundo político, financiero y de los medios. Pero también son responsables algunos países extranjeros, entre ellos Alemania, Francia, Inglaterra y USA, que ganaron miles de millones de euros a costa de nuestra riqueza nacional vendiéndonos año tras año equipamiento militar. Esta hemorragia constante nos impidió avanzar mientras que enriquecía a otros países. Lo mismo se podría decir en lo que respecta al problema de la corrupción. Por ejemplo, la empresa alemana Siemens tenía una agencia especial dedicada a corromper a los griegos con el fin de que éstos diesen preferencia a sus productos en nuestro mercado. Así, hemos sido víctimas de este dúo de depredadores, alemanes y griegos, que se enriquecieron a costa del país.

Es obvio que estas dos grandes heridas podrían haberse evitado si los líderes de ambos partidos políticos proyanquis no se hubiesen dejado corromper. Esa riqueza, producto del trabajo del pueblo griego, se drenó hacia países extranjeros y los políticos trataron de compensar las pérdidas mediante préstamos excesivos que dieron lugar a una deuda de 300 billones de euros, un 130% del Producto Nacional Bruto.

Con una estafa así, los extranjeros ganaban por partida doble: en primer lugar mediante la venta de armas y de sus productos y, en segundo, con los intereses sobre el capital que le prestaban al gobierno, no al pueblo griego que, como hemos visto, fue la principal víctima en ambos casos. Un solo ejemplo bastará para demostrarlo: en 1986, el gobierno de Andreas Papandreu pidió prestado un billón de dólares a un banco de un gran país europeo. Los intereses de ese préstamo terminaron de pagarse en 2010 y ascendieron a ¡54 billones de euros!

El año pasado, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, declaró que era consciente de la masiva fuga de capital que tenía lugar en Grecia a causa del alto costo del material militar, comprado principalmente a Alemania y Francia. Añadió que había llegado a la conclusión de que los fabricantes de armas nos estaban llevando a un desastre seguro. Sin embargo, confesó que no hizo nada para contrarrestarlo… ¡para no perjudicar los intereses de países amigos!

En 2008, la gran crisis económica llegó a Europa. La economía griega no se ha librado de ella. Sin embargo, el nivel de vida, que hasta entonces había sido bastante alto (Grecia estaba clasificada entre los 30 países más ricos del mundo), prácticamente no ha cambiado, a pesar del aumento de la deuda pública. La deuda pública no se traduce necesariamente en una crisis económica. Se estima que la deuda de países importantes como USA y Alemania es de miles de billones de euros. Los factores determinantes son el crecimiento económico y la producción. Si ambos son positivos, es posible obtener préstamos bancarios a un interés inferior al 5%, hasta que pase la crisis.

En noviembre de 2009, cuando George Papandreu llegó al poder, estábamos exactamente en esa posición. Para entender el efecto de su desastrosa política, mencionaré únicamente dos porcentajes: en 2009 el PASOK de Papandreu obtuvo el 44% de los votos. Ahora, las encuestas no le dan más del 6%.

 

Papandreu habría podido enfrentarse a la crisis económica (que era un reflejo de la de Europa) con préstamos bancarios al interés habitual, es decir, por debajo del 5%. Si lo hubiera hecho, nuestro país no habría tenido problemas. Como estábamos en una fase de crecimiento económico, nuestro nivel de vida habría mejorado.

Pero en el verano de 2009, cuando Papandreu se reunió en secreto con Strauss-Kahn para poner a Grecia bajo la tutela del FMI, ya había iniciado su conspiración contra el pueblo griego. Fue el exdirector del FMI quien hizo esta revelación.

Para lograrlo, fue necesario falsificar la situación económica de nuestro país con el fin de que los bancos extranjeros se asustasen y aumentasen hasta niveles prohibitivos las tasas de interés que exigían por los préstamos. Aquella costosa operación se inició con el incremento artificial del déficit público, desde el 12% al 15% para el año 2009 [Andrés Georgiu, Presidente de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Estadística, ELSTAT, decidió súbitamente en 2009, sin el consentimiento de su Junta Directiva, incluir en el cálculo del déficit a algunas organizaciones y empresas que nunca antes se habían tenido en cuenta en ningún otro país europeo, con la excepción de Noruega, y ello con el objetivo de que el déficit de Grecia sobrepasara al de Irlanda (el 14%), para convertir a nuestro país en el eslabón débil de Europa, NdT]. Debido a este aumento artificial del déficit, el fiscal del
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