La confianza viene de Estados Unidos
El nuevo gobierno italiano de unión nacional, con Enrico Letta a la cabeza, fue acogido con confianza por los medios de difusión… o más bien por Estados Unidos, como observa Manlio Dinucci, porque ese tipo de noticias siempre viene de Washington.
Enrico Letta [1] recibió el voto de confianza… del secretario de Estado estadounidense John Kerry, quien expresó su regocijo por el nacimiento del nuevo gobierno, incluso antes de que el parlamento italiano se pronunciara al respecto.
Confianza bien merecida. Enrico Letta, garantizó John Kerry, es «un buen y fiel amigo de Estados Unidos y ha mostrado a lo largo de su carrera un sólido compromiso con nuestra asociación transatlántica». El gobierno de Letta, subraya Kerry, garantizará la continuación de «nuestra estrecha cooperación en numerosos asuntos urgentes en el mundo entero».
Es por lo tanto el secretario de Estado estadounidense quien aborda un tema fundamental que los partidos italianos borraron del debate y de los programas que expusieron a los electores: la política exterior y militar de Italia. La razón es evidente: el PD, el PDL y la Scelta Civica [2] tienen todos la misma posición. Así que podemos estar seguros de que Italia seguirá siendo una base avanzada de las operaciones militares de Estados Unidos y de la OTAN en el Medio Oriente y en África: después de la guerra contra Libia, estamos metidos ahora en la guerra contra Siria mientras que se prepara el ataque contra Irán. Y, a pesar del Tratado de No Proliferación, se mantendrán en nuestro territorio las bombas atómicas que Estados Unidos ha decidido potenciar. Al mismo tiempo, Italia seguirá enviando fuerzas militares al extranjero, incluyendo Afganistán, donde la OTAN mantendrá sus propios contingentes después de la «retirada» de 2014.
Por lo tanto, crecerá el gasto militar, rubro en el que Italia ocupa el 10º lugar mundial con 70 millones de euros del contribuyente gastados diariamente en fuerzas armadas, armamento y misiones militares en el extranjero.
- «Foto de familia» del gobierno Letta
Lo que fortalece la confianza de John Kerry en la fidelidad de Italia a la alianza atlántica bajo los órdenes de Estados Unidos es la nominación de Emma Bonino [3] como ministra de Relaciones Exteriores. Bonino, subrayan desde Washington, es una ex alumna del Departamento de Estado, donde siguió un curso de formación (International Visitor Leadership Program). Una alumna brillante. Apoyó la guerra en Afganistán, declarando que «no se puede hablar de ocupación. Aquí hay una fuerza multinacional» y que «una ocasión militar puede conducir a la democracia». Acusó a Gino Strada [4] de «actitud ambigua, entre lo humanitario y lo político». Respaldó la guerra contra Irak afirmando que después del 11 de septiembre «no había alternativa para acabar con la red terrorista» y calificó a los manifestantes antiguerra de «irresponsables». Como vicepresidenta del Senado estuvo entre los más ardientes defensores de la guerra contra Libia, pidiendo en febrero de 2011 la suspensión del tratado bilateral porque «ata las manos de Italia para socorrer a la población civil», un «socorro» que llegó inmediatamente después en forma de cazas-bombarderos.
Bonino podrá contar con las lecciones de «peacekeeping» de la Escuela Superior Sant’Anna de Pizza (antiguamente dirigida por Maria Chiara Carrozza [5], la actual ministra de Educación, lecciones que también se imparten en África.
Después de la que ya vimos en Libia, ¿cuándo será la próxima operación de «peacekeeping»?