Fuente: Elespíadigital
Primero fue Galicia, ahora Cataluña y en breve Extremadura y otras comunidades. La cultura del lobby gay se va imponiendo poco a poco, por ley, en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Cataluña prepara una ley de apoyo y fomento de las políticas de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (LGBT). Gracias al voto favorable de CiU, el Parlamento regional ha admitido a trámite la proposición de ley impulsada por los partidos de izquierda (ERC, PSC, ICV y CUP). La futura regulación emula la aprobada por el Gobierno gallego de Alberto Núñez Feijóo, una norma que buscaba impulsar medidas inclusivas para los LGTB.
La proposición de ley catalana afecta a todas las áreas y etapas de la vida y se aplica a toda persona física o jurídica. Según el boletín oficial del parlamento catalán, la norma tiene varios principios orientadores de actuación entre los que destaca: incrementar la visibilidad y participación de las personas LGBT tanto en el ámbito público como privado; considerar que los matrimonios y parejas de este tipo de personas son "familia" a todos los efectos, e imponer medidas de fomento de las asociaciones de estos colectivos.
El borrador de la norma catalana pretende ir más allá ya que recoge sanciones a quien incite a la homofobia en los medios de comunicación, públicos o privados; al que obstaculice el que un LGTB pueda acceder a un puesto de trabajo o al que escriba o publique contenido contra este tipo de colectivos. La ley se inmiscuye de lleno en el ámbito educativo de los chavales catalanes ya que:
- Incorpora en los materiales educativos de los niños el conocimiento de los distintos tipos de "familias", así como las diversidades sexuales y afectivas y de la identidad de género
- Hace velar para que desde jardín de infancia se respete la diversidad afectivo-sexual, formando asímismo a los padres de los pequeños
- Promueve que los alumnos y profesores se puedan manifestar abiertamente en el caso de que fueran homosexuales o transexuales
Las intenciones de los partidos progresistas catalanes van más allá de la educación y también pretenden regular otros ámbitos como el deporte, el tiempo libre o la cultura. Para ello la ley apoyará los certámenes que incorporen temática de LGBT; impulsará los espectáculos infantiles y juveniles que incluyan la diversidad afectiva y sexual; y difundirá entre la red de bibliotecas de la Generalitat material de contenido homosexual.
Los medios de comunicación tampoco se libran del control y la censura de todo lo relacionado con LGBT. Para empezar se obligará a las radios, televisiones y prensa en general a fomentar que se incluya en sus contenidos temática homosexual, así como los diferentes tipos de familia e identidad de género; en segundo lugar, se recogerá periódicamente informes de los medios que hagan un tratamiento negativo de los LGBT para posteriormente denunciarlos ante el Parlamento catalán y el Consejo Audiosivual (CAC).
La norma deja varios interrogantes en el aire como qué sucede con los padres que no quieren que a sus hijos les impongan este tipo de contenidos en los colegios; qué pasará con los medios de comunicación que no comulguen con las doctrinas de género del lobby gay; o cómo se regulará ahora la libertad religiosa de todo ciudadano que se muestre crítico con asuntos de este tipo.
Cataluña prepara una ley de apoyo y fomento de las políticas de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (LGBT). Gracias al voto favorable de CiU, el Parlamento regional ha admitido a trámite la proposición de ley impulsada por los partidos de izquierda (ERC, PSC, ICV y CUP). La futura regulación emula la aprobada por el Gobierno gallego de Alberto Núñez Feijóo, una norma que buscaba impulsar medidas inclusivas para los LGTB.
La proposición de ley catalana afecta a todas las áreas y etapas de la vida y se aplica a toda persona física o jurídica. Según el boletín oficial del parlamento catalán, la norma tiene varios principios orientadores de actuación entre los que destaca: incrementar la visibilidad y participación de las personas LGBT tanto en el ámbito público como privado; considerar que los matrimonios y parejas de este tipo de personas son "familia" a todos los efectos, e imponer medidas de fomento de las asociaciones de estos colectivos.
El borrador de la norma catalana pretende ir más allá ya que recoge sanciones a quien incite a la homofobia en los medios de comunicación, públicos o privados; al que obstaculice el que un LGTB pueda acceder a un puesto de trabajo o al que escriba o publique contenido contra este tipo de colectivos. La ley se inmiscuye de lleno en el ámbito educativo de los chavales catalanes ya que:
- Incorpora en los materiales educativos de los niños el conocimiento de los distintos tipos de "familias", así como las diversidades sexuales y afectivas y de la identidad de género
- Hace velar para que desde jardín de infancia se respete la diversidad afectivo-sexual, formando asímismo a los padres de los pequeños
- Promueve que los alumnos y profesores se puedan manifestar abiertamente en el caso de que fueran homosexuales o transexuales
Las intenciones de los partidos progresistas catalanes van más allá de la educación y también pretenden regular otros ámbitos como el deporte, el tiempo libre o la cultura. Para ello la ley apoyará los certámenes que incorporen temática de LGBT; impulsará los espectáculos infantiles y juveniles que incluyan la diversidad afectiva y sexual; y difundirá entre la red de bibliotecas de la Generalitat material de contenido homosexual.
Los medios de comunicación tampoco se libran del control y la censura de todo lo relacionado con LGBT. Para empezar se obligará a las radios, televisiones y prensa en general a fomentar que se incluya en sus contenidos temática homosexual, así como los diferentes tipos de familia e identidad de género; en segundo lugar, se recogerá periódicamente informes de los medios que hagan un tratamiento negativo de los LGBT para posteriormente denunciarlos ante el Parlamento catalán y el Consejo Audiosivual (CAC).
La norma deja varios interrogantes en el aire como qué sucede con los padres que no quieren que a sus hijos les impongan este tipo de contenidos en los colegios; qué pasará con los medios de comunicación que no comulguen con las doctrinas de género del lobby gay; o cómo se regulará ahora la libertad religiosa de todo ciudadano que se muestre crítico con asuntos de este tipo.