Fuente: ElPais
Las sombras se ciernen sobre Deutsche Bank, que acumula acusaciones por prácticas irregulares. Hace dos semanas tres antiguos empleados de la entidad denunciaron ante el regulador bursátil estadounidense que el banco había ocultado unos 12.000 millones de dólares (9.250 millones de euros) en pérdidas por apuestas en derivados para eludir la intervención pública.
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La ruina de la reputación de Deutsche Bank está siendo un asunto de portada en Alemania, donde perdura el descontento por los multimillonarios rescates bancarios posteriores a la crisis de Lehman Brothers en 2008.
Deutsche Bank y su expresidente Josef Ackerman se ufanaron en público de ser uno de los pocos bancos que no necesitó ayudas públicas estatales. Sus críticos se preguntan si no será gracias a lucrativos escándalos como el de los certificados de CO2 o su probable implicación en las manipulaciones del tipo de interés interbancario de Londres (líbor), por el que el banco suizo UBS ha tenido que pagar 1.200 millones de dólares de multa.
Pero, ¿no éramos nosotros los corruptos?
Se van confirmando los artículos anteriores publicados en Nonius451:
La traición de Merkel
El ataque alemán desahucia a España
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