Libor y Euribor, dos referencias conocidas y desconocidas a partes iguales por la opinión pública que sirven como indicador no solo de hipotecas, sino también de deuda y derivados, abarcando como mínimo más de 350 billones de dólares (trillones anglosajones) a lo largo del mundo. ¿Qué ocurriría si una referencia tan importante para las finanzas actuales estuviese profundamente manipulada? Quien tuviese su control tendría en sus manos un gran poder y un beneficio potencial enorme. Si se preguntan si eso es posible, déjenme decirles que sí, de hecho es el mundo en que vivimos. Bienvenidos.
Empecemos por el principio. ¿Cómo se calcula el LIBOR? El libor es una referencia para 10 divisas, USD GBP JPY CHF CAD AUD EUR DKK SEK NZD, y 15 vencimientos, de intradía a 12 meses, obteniendo 150 cruces de los cuales uno es el que aparece en su hipoteca. (En el caso español el ratio sería el Euribor, cuyo cálculo es similar al Libor). En teoría sería un indicador del tipo medio al cual unos bancos se prestan dinero unos a otros sin garantía, unsecured, de ahí que sumando algunos puntos básicos a dicha referencia obtengamos el tipo de interés que tenemos que pagar en una hipoteca, ya que debemos incluir el margen de beneficio del banco.
Hasta aquí todo correcto, el problema viene de cómo se calculan esos 150 cruces, en palabras de BBA, la entidad que vela por su buen cumplimiento, el mecanismo es el siguiente:
“(…) submissions are based upon the lowest perceived rate at which a bank could go into the London interbank money market and obtain funding in reasonable market size, for a given maturity and currency. (…) bbalibor is not necessarily based on actual transactions, as not all banks will require funds in marketable size each day in each of the currencies / maturities”
Algunas entidades financieras, 16 en caso del dólar, son preguntadas sobre el interés al que CREEN que podrían financiarse en una divisa y vencimiento y de ahí eliminan los cuatro datos más altos y los cuatro más bajos y se saca la referencia, es decir, el LIBOR no se basa en transacciones reales, el LIBOR se basa en CREENCIAS. Un banco responde a qué tipo de interés CREE que puede financiarse NO al que se está financiando en realidad. Dicho mecanismo se justifica porque no todas las entidades tendrán transacciones reales en esos 150 cruces, pero la realidad es que esa fue la excusa perfecta para que el ratio se transformase en un fraude en el cual algunas respuestas dadas no estaban basadas ni en la realidad ni siquiera en la creencia, estaban basadas en el propio interés.
¿En el propio interés? Mover arriba o abajo la referencia más usada del mundo en deuda y derivados, recordemos que forma parte del contrato estándar de la ISDA por ejemplo, es una ventaja que en la práctica podría suponer enormes ganancias. ¿Soy deudor? Bajo la referencia ¿Soy acreedor? La subo para que paguen más. ¿No soy ni acreedor ni deudor? Pues entonces vendo mi influencia sobre el índice al mejor postor, puesto que seguramente habrá muchos interesados en un cambio. El Libor es algo extremadamente serio como para dejarlo en las manos de las “creencias” y como para no ejercer un control sobre el mismo mucho mayor.
No obstante hasta el momento pensar en la manipulación era una hipótesis de gente mal pensada, y como la banca últimamente está en el foco de todas las críticas, con algunas argumentaciones absolutamente lógicas pero también con otras demagógicas, pues nada, una “chaladura más” de gente que no tiene otra cosa que hacer que criticar a los bancos. Será que con tanto desempleo en algo hay que pasar el rato. Pero no fue así, y tras numerosas investigaciones y rumores sobre entidades afectadas se demuestra que algo hay. Barclays recibe una multa histórica de 453 millones de dólares de los reguladores de EEUU y Reino Unido por alterar el índice.
En algunas ocasiones recibir una multa no es lo mismo que ser culpable públicamente, hay veces en las cuales las sentencias están cogidas por alfileres o no está perfectamente claro qué se ha hecho mal. No es el caso, Barclays es totalmente culpable de manipular el LIBOR y el EURIBOR. Y por si alguien tuviese dudas estos son algunos de los correos y conversaciones que han salido a la luz gracias a la FSA, donde se recogen 173 peticiones para alterar el índice en dólares desde enero de 2005 a mayo de 2009, 58 para el Euribor desde septiembre de 2005 a mayor de 2009 y 26 para el yen de agosto de 2006 a mayo de 2009.
“Nos estáis matando” le dice un trader a un manager de Barclays, “Pues dile que lo ponga bajo” responde indicándole que hable con quien manda los datos, cuando éste afirma que ya se lo pidió afirma que “veré que puedo hacer”.
Alguien de Barclays le hace un favor a un trader, y éste le dice “cuando me retire y escriba un libro sobre este negocio tu nombre estará escrito en letras de oro”. “¡Preferiría que esto no esté en ningún libro!” Le contesta.
“Necesitamos un interés bajo a 3 meses, podría costar una fortuna”. “A 4.90 o menos sería fantástico”.
Alguien de Barclays informa que estará ocupado y el trader le contesta “¿Y quién pondrá mis tipos bajos? jejeje”, “Estaré aquí si me necesitas por eso”.
Recordatorios en los calendarios en Barclays para no olvidarse que había que bajar o subir el Libor.
“Si no es demasiado tarde bájalo a 1 mes y a 3 meses”. “Hecho”.
“Por favor, el libor a 3 meses lo más alto posible hoy”. “Claro, ¿5.37 está bien?”. “Con 5.36 llega”.
Me alegro de que hubiese tan buen ambiente entre la gente de Barclays y los traders, desde luego el optimismo y el sentimiento de grupo es uno de las variables del éxito en las empresas. Lástima que lo que están haciendo sea ilegal. Y para quien piense que quizá había muchas peticiones y presiones pero que en realidad eso no influía en la rectitud del banco, la FSA también se ha molestado en ver qué ocurrió los días en los que dichos “acuerdos” entre traders y gente de Barclays se cerraban. Y el resultado es el siguiente:
Solo dos ejemplos de cómo fluctúa el comportamiento de Barclays coincidiendo casualmente con las peticiones realizadas por otras personas. Personas que en algunos casos son traders ajenos a la organización, en otros casos son de la propia Barclays e incluso de otros bancos que también tienen voz en los datos para fijar el Libor (forma parte del “Panel”), por lo que no solo estaríamos ante una entidad que altera el indicador, esto sería solo un pequeño adelanto de lo que puede conocerse en el futuro. Por ejemplo:
Contactos entre “panels”.
“No debes hacerlo solo… esto es entre tú y yo pero en serio, no se lo digas a NADIE”.
También hay muestras de que, una vez que la prensa empezó a fijarse más en la liquidez del mercado por el comienzo de la crisis financiera, en Barclays decidieron cambiar su conducta. Trataron de pasar desapercibidos en lugar de enviar por ejemplo datos demasiado altos que pudiesen dar imagen de que existían problemas en la entidad. Si bien es cierto que en algunos email apuntan que “no había dinero ahí fuera” como para poder decir algo objetivo, por lo tanto estamos, en mi opinión, en la conducta menos reprobable de todas, puesto que si no hay transacciones la subjetividad será total por definición.
Por tanto, sin duda la cuestión más preocupante serían los acuerdos entre varios bancos para distorsionar el LIBOR y el EURIBOR, ya que un banco solo puede hacer algo puntual, pero su distorsión no será muy alta dado que se eliminan los datos atípicos al elaborar el indicador. Por la contra, si varias entidades “panelistas” se ponen de acuerdo simplemente harían lo que quisiesen con el índice. Ganarían mucho llegando a un consenso teniendo en cuenta que algunos de los bancos del panel son también los que más derivados manejan del mundo (referenciados generalmente al Libor). Nada de esto ha sido demostrado, pero las investigaciones siguen en marcha.
Por último, ha salido a la luz una noticia un tanto contradictoria que está dando mucho que hablar. Al parecer Bob Diamond, CEO de Barclays, mantuvo contactos con Paul Tucker, del Bank of England y candidato a suceder a Mervyng King, sobre el Libor en 2008. No se sabe muy bien por qué, pero a partir de esa conversación algunas personas en Barclays pensaron que tenían el visto bueno del Banco Central para enviar datos artificialmente bajos para fijar el Libor. ¿Diamond dijo cosas que no debería decir a sus empleados? ¿Un mal entendido? ¿Está el BoE implicado? No se sabe nada al respecto. En cualquier caso el fraude del Libor parece que va a cobrarse su primera víctima, el Presidente de Barclays Marcus Angius, si bien todo parece indicar que lo peor está por llegar.
(Nota de Nonius, el artículo es del 2 de julio. Hoy se conoce que el Bank of England sí está implicado, y Bob Diamond también ha dimitido)