No es mala suerte o casualidad que la sociedad civil de Mexico (o mejor dicho de algunas áreas de Mexico) esté corrupta y destruida por la violencia y en algunos lugares la convivencia normal y pacífica sea imposible.
Sociedades o estados que resultan destruidos es algo relativamente común. Esto es al fin y al cabo lo que también se ha conseguido en Irak, en Afganistán, en Somalia, en Yemen y desde hace poco en Libia. La diferencia es que en Mexico la excusa es el narcotráfico.
El narcotráfico es una plaga que afecta también a otros países con una grandísima influencia de USA, como Colombia, o como fueron Laos, o Camboya durante la guerra de Vietnam, o Afganistán desde que al Imperio USA le resultó útil crear y financiar una guerra para expulsar al gobierno pro-URSS de entonces.
De vez en cuando aparecen los picos del iceberg que hacen que confirmemos que, blanco y en botella, la CIA y el narcotráfico se solapan. En resumen, la influencia USA en el Tercer Mundo viene en muchas ocasiones acompañada de la aparición del negocio de la droga. Se comprueba estadísticamente.
Las revelaciones de un narco fuerzan al gobierno USA a ocultar información invocando la seguridad nacional.
Las revelaciones de un narco fuerzan al gobierno USA a ocultar información invocando la seguridad nacional.
