David Petraeus, exjefe de la CIA hasta noviembre de 2012, abucheado por ser un criminal de guerra, acude a su puesto de profesor en la Universidad de Nueva York, donde ganará 200.000 $ por un trabajo de 3 horas al día. El abucheo que tiene que aguantar es desagradable, pero mucho menos que las muertes que él ha provocado, principalmente en Irak y Afganistán. En realidad se merece mucho más.
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