miércoles, 21 de agosto de 2013

Algo huele a podrido en el 'Financial Times'

Fuente: ElMundo
El Financial Times sigue machacando la imagen de España. Hace unos días, en una clara injerencia política, exigió al Presidente del Gobierno de España que compareciera en el Congreso para dar explicación del 'caso Bárcenas'. Ahora utiliza la comparecencia de Rajoy para seguir manchando la imagen del país. Es evidente el interés del Financial Times por desestabilizar al Gobierno de España, con el fin de defender intereses británicos. Por lo visto, parece dispuesto a utilizar cualquier medio para tal fin.
(Nota de Nonius451: Prácticamente se puede decir lo mismo de la prensa de nuestro país, auténtica quinta columna de la sociedad española)

En efecto, el presidente del FT, Glen Moreno, está ligado a los intereses financieros del Gobierno británico y a las empresas financieras más poderosas del Reino Unido. El FT pertenece al grupo británico Pearson, uno de los mayores emporios dedicados a la información, y parece últimamente muy interesado en machacar la imagen de España. Sin embargo, ese grupo de información no muestra el mismo interés a la hora de aventar al mundo las corrupciones institucionales de Inglaterra. Pearson tiene conocimiento, por ejemplo, del modo en que algunas universidades británicas 'fabrican' las evidencias para los rankings internacionales.

Pearson ha tenido acceso al informe enviado a la EU (informe todavía inédito) que muestran las ilegítimas prácticas de universidades tan conocidas como Oxford, con uso de prácticas incluso racistas, llegando a espiar los correos de los evaluadores que examinan esa universidad, a interferir para que los resultados negativos no vean la luz, a violar los procedimientos objetivos, etc., etc. Y Pearson, que conoce esos hechos, los ha ocultado.

¿Por qué no comparece para dar explicaciones de esos hechos?, podemos preguntar. Y por cierto, ¿tiene que ver con el hecho de que Pearson tenga intereses comerciales con la Universidad de Oxford y que parte de su directiva provenga de esa universidad? ¿Tiene el silencio algo que ver también con el hecho de que Oxford sea la institución que aglutina lo más selecto de la élite política conservadora?

Ese informe pone de manifiesto igualmente que la revista Times High Education (THE) —que publica uno de los más 'prestigiosos' rankings internacionales de universidades— ha tenido acceso a las pruebas de esas corrupciones académicas, y que, en lugar de publicar esas pruebas —que ponen de relieve que la universidad británica traiciona a la comunidad académica internacional—, ha colaborado activamente junto a la Universidad de Oxford para que esas pruebas no vean la luz.

Ahora bien, en esas mismas fechas THE sí que tuvo a bien publicar un artículo sobre la corrupción de las universidades españolas, titulado: 'Algo huele a podrido en España' (agosto de 2012). Parece claro que durante el último año hay un claro interés por parte de esas instituciones británicas en enaltecer a su Graciosa, y, al mismo tiempo, desprestigiar a España. ¿Dónde se pueden encontrar las raíces de esos intereses?

Gran Bretaña iza de nuevo la 'Jolly Roger'

Desde 2009 Inglaterra está sufriendo una grave crisis económica, y está echando la culpa a la EU que, según ellos, es un ente que sirve sólo para despilfarrar el dinero. Además, se está extendiendo un fuerte y agrio sentimiento xenófobo entre el ciudadano inglés común: se dice que hay demasiados inmigrantes, que les quitan el trabajo, que consumen sus recursos,… y se escuchan cosas que hace décadas ya se oyeron en Europa; incluso cerrar la puerta a la inmigración forma parte de la agenda política británica. Asimismo, su élite rectora no acepta el papel predominante que Alemania tiene en Europa.

En ese contexto, en primavera de 2012 España negocia con la EU —esto es, con Alemania— la ayuda financiera jugando con la carta del temor de arrastrar toda la zona euro si caía España; y Alemania le apretaba las tuercas dejando ver la posibilidad de que la zona euro se disolviera o se dividiera en dos zonas. Para la élite dirigente 'british', la ruptura del euro favorecería los intereses económicos y políticos de la Pérfida, pero entiende que Alemania no está interesada en que la zona euro se rompa, porque el 47% de las exportaciones de Alemania se efectúan a la zona euro.

El predominio económico de Alemania en la EU depende de la estabilidad de la zona euro. Y a la inversa, el fin del euro debilita Alemania y fortalece el poder económico y político de la isla. Por tanto, la estrategia del Reino Unido fue lanzar su flota institucional contra la zona euro.

Así, en el momento en que España pide dinero a la UE ("ese ente que está despilfarrando nuestro dinero", en mentalidad 'british'), desprestigiar a España implica el desprestigio de Europa entera. Eso fue lo que vimos en junio de 2012, cuando la BBC, la televisión oficial británica, iza la 'Jolly Roger' contra España, "ese país despilfarrador y pedigüeño". A eso hemos estado asistiendo desde entonces, con ataques de grupos mediáticos ligados a los intereses británicos: como el BBC, Times, FT, New York Times (el presidente del NYT procede de la BBC y de los círculos de Oxford, que concentra el núcleo duro de la élite rectora británica), Guardian, etc.

No es casual que el ataque de esos medios se produzca justo en el momento en que España necesitaba —con urgencia y con carácter grave— ofrecer a la esfera internacional un clima de confianza para refinanciar la deuda en condiciones soportables. Justo en ese momento, esos medios comenzaron una campaña de machaque de la imagen de España, sirviéndose de falsas verdades, mentiras palmarias y análisis torticeros, para generar un clima adverso, y, de resultas, que España se hundiera y arrastrara con ella la zona euro, a beneficio de intereses británicos. Esa es la 'civilizada' política que está llevando a cabo Inglaterra. Su prestigio, el que nosotros le demos.


 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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