viernes, 31 de agosto de 2012

La Sociedad de los Caballeros Comuneros, o cuál es el origen del morado de la bandera republicana


La Confederación de Caballeros Comuneros Españoles, Sociedad de los Caballeros Comuneros o Hijos de Padilla fue una organización secreta paramasónica creada en España en 1821.


La Comunería, sería la forma concreta que tomó en España la disidencia masónica. Nacionalizaron el rito masónico aligerándolo de tradiciones reaccionarias e inspirándose en el levantamiento de los Comuneros de Castilla contra Carlos I en el siglo XVI. Adoptaron como símbolo propio el color morado, que se pretendía era el del pendón de los comuneros históricos.


Entre sus fundadores estuvieron liberales exaltados de diverso origen: juristas como Juan Romero Alpuente y Álvaro Flórez Estrada, también economista; periodistas como Félix Mejía; militares como Rafael del Riego y José María Torrijos o el bibliógrafo y erudito Bartolomé José Gallardo.


La estructura de la Sociedad se repartía en logias llamadas "torres"; la estimación más conservadora de sus miembros se cifra en unos diez mil, la más exagerada en cuarenta o sesenta mil.


Se hicieron intentos de congraciar Masonería y Comunería: el más famoso lo contó en sus Memorias Antonio Alcalá Galiano, y fue infructuoso, con lo que la Masonería, aliada a los liberales moderados, atacó a la Comunería y pretendió desacreditarla. A principios de 1823 la división entre los liberales en masones moderados, comuneros no revolucionarios o Comuneros Constitucionales, y comuneros revolucionarios ya se había consolidado. La división se reveló funesta y debilitó al estado liberal que finalizó con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis.


Ya en la emigración o exilio europeo, los restos de la sociedad comunera escindida se agruparon en "círculos comuneros", de los cuales los más importantes fueron los de Gibraltar y Londres. La sociedad comunera que llegó a sobrevivir más fue la Constitucional, que tuvo algo que ver en los brotes anticlericales de 1834 y 1835 y sus matanzas de frailes.


El primer acto de nota de los comuneros fue terrorista: el asesinato de Matías Vinuesa, capellán de honor del rey y conspirador absolutista, párroco de Tamajón. Aunque fue detenido en febrero de 1821 por haber conspirado para devolver el poder absoluto a Fernando VII, el sacerdote fue juzgado y condenado solamente a diez años de prisión, pena que pareció tan leve que una turbamulta de comuneros asaltó la cárcel donde se hallaba el 4 de mayo y le dieron muerte a martillazos.


No se detuvo a nadie por este acto y los comuneros empezaron a jactarse de pertenecer a la ya no tan secreta sociedad luciendo pequeños martillos de plata en los puños del bastón, en la solapa o en la pechera de la camisa junto a la banda morada. Fue esta banda morada la que luego pasó a ser una franja de la bandera tricolor de la República, y tanto esta como el martillo fueron así señales o símbolos de pertenencia a esta sociedad.


En resumen, una división más en la sociedad española. A la luz de estos hechos, sólo cabe cuestionar la reciente proliferación de la bandera republicana en actos públicos y manifestaciones. Aunque uno pueda comprender las razones sentimentales que lleva a la gente a enarbolarla, es obvio que la tricolor es objetivamente inoperante para realizar la función propia de una bandera, que es unir a una sociedad simbolizando unas ideas y unos valores COMUNES.


5 comentarios:

  1. Hola Mario,

    Desconocia este tema por completo. Investigaré sobre este tema. Muchas gracias por la info. Entiendo lo que dices.

    Un fuerte abrazo!
    JaviFiesta

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  2. como se que esto nadie lo verá lo digo por aquí:
    tengo unos super ultra mega webazos xd

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