domingo, 22 de abril de 2012

La sanidad española

Dedicado a Luis de Guindos


El gobierno ya ha anunciado que sí recortará en sanidad. Pese a lo dicho y repetido en campaña electoral e incluso después, el ministro De Guindos ha sido el primero en lanzar una propuesta de repago y luego el gobierno ha comunicado oficialmente que se van a ahorrar 10.000 millones en sanidad y educación. ¿Cómo? Eso no lo han revelado. Aún.

La realidad es que a fuerza de ser repetido se ha conseguido instalar en la opinión pública la convicción de que la sanidad es cara, un dispendio, un lujo que no podemos permitirnos. Hemos aceptado esta falacia como real sin rechistar, quizá ayudados por ese complejo de inferioridad que sentimos como sociedad respecto al resto de Europa. ¿España teniendo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo? Imposible, tiene que haber truco, pensamos. Y como no lo hay -los datos objetivos avalan la calidad del sistema- solo hay una explicación: derrochamos dinero que no tenemos en él. ¿Pero realmente es así?

Para comparar si pagamos mucho por la sanidad, los datos más actuales que he encontrado pertenecen al anuario de 2011 de la Organización Mundial de la Salud (página 128 y siguientes), que recoge datos hasta el año 2008. El primero de los baremos que utiliza para comparar el gasto (yo diría inversión) sanitario entre países es el porcentaje de PIB que se dedica a él. Veamos los datos.

España gastó en 2008 el 9% de su PIB en su sistema sanitario público. ¿Es mucho? Según cómo se mire. ¿Cuánto gastaron los países vecinos? Francia un 11,2%, Italia un 8,7%, Portugal un 10,6%, Reino Unido un 8,7%, Suiza un 10,7%, Alemania un 10,5%, Austria un 10,5%, Dinamarca un 9,9%…

Sorpresa, resulta que estamos en la media europea, bastante por debajo de países cuyos sistemas sanitarios son de peor calidad que el nuestro y cuya cobertura es menos universal que la que aquí disfrutamos.

Pero eso es respecto al PIB. Podemos intentar ajustar el dato un poco más si nos fijamos en el porcentaje del gasto total de los gobiernos. Esto sí que nos da el peso real del gasto sanitario respecto al poder adquisitivo de cada país.

En este caso, descubrimos que España gastó en 2008 el 15,2% de su presupuesto en sanidad. ¿Y el resto? Pues encontramos que Alemania gastó el 18% de todo su dinero en sus sistema sanitario, el Reino Unido el 15,1%, Portugal el 15,4%, Austria el 15,8%, Dinamarca el 15,3%, Italia un 13,6% y Francia nada menos que el 16%.

Está claro: en España no se gasta dinero sin medida en el sistema sanitario público. Gastamos lo mismo o menos que los países de nuestro entorno y disfrutamos de un servicio mejor y más justo. Quizá por eso en nuestro país la sanidad privada no acaba de triunfar. Y es un negocio multimillonario que es una pena dejar pasar, ¿no?

Bonus track: ¿saben cuánto gastó Estados Unidos en 2008 en su sistema sanitario público, prácticamente residual? El 18,7% de su presupuesto.



¿Para quién trabaja De Guindos?

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